El literato tolimense dejó un tesoro para las letras muy poco conocido.
Como los muertos ¿Por qué me has olvidado? Rezan las estrofas de un canto litúrgico que puede hacer bien reflexionar a la pandemia de la desmemoria que padece nuestra cultura tolimense.
Era la fría mañana de un miércoles 29 de noviembre de 2006 cuando un ataque al corazón le arrebató la vida a César Augusto Pérez Pinzón, en su apartamento en el barrio la Pola de Ibagué. Para ese entonces él laboraba en la Universidad de Ibagué como docente del área de Arquitectura, dictando la materia Historia del Arte.
Sus alumnos y amigos cercanos lo recuerdan como un enciclopedista, pedagogo, empirista, buen orador de almibarado léxico y conversador, que transmitía a sus estudiantes el amor por las letras y el arte. De hecho en sus tiempos libres se ejercitaba ocasionalmente en la paleta y el pincel frente al bastidor.
En septiembre de 1998, la dirección de la biblioteca Darío Echandía en cabeza por aquellas calendas del poeta e intelectual Benhur Sánchez Suárez organizó el foro El Oficio de Escribir, donde entre otros, fue invitado César Pérez y el baluarte de la literatura ibaguereña Hugo Ruiz Rojas. El audio de su magistral intervención lo puede escuchar en el siguiente video:
César Pérez Pinzón nació en Alvarado en 1954, su infancia y juventud la desarrolló en Bogotá donde ingresó a formarse en el desaparecido Instituto Superior de la Academia Colombiana de Historia.
Su primera obra de la que él mismo se ruborizaba se llamó Alucinaciones, de este libro no se tiene rastro quizá por petición propia de su autor.
Influenciado ampliamente por la literatura clásica griega de Homero, Virgilio y los comprimidos de la famosa Colección Jackson, obras filosóficas como las de Seneca y por la literatura moderna de plumas como la de Borges o Ernest Hemingway, inicia su carrera en el mundo de las letras en donde también se abrió paso en la traducción fiel de textos del inglés al español y la corrección de textos y estilos.
A finales de los 80s publica Hacia el Abismo con la editorial Plaza & Janés; -obra que según Pérez-, la escribe de acuerdo a su experiencia en la Bogotá de antaño, de lo que se vive en los cafetines y lupanares con personajes pintorescos que él conoció y a la vez lo inspiraron.
Alternadamente colaboraba con la edición de la página cultural de El Nuevo Día, donde escribía ensayos acerca de textos clásicos, hacía recomendaciones para leer durante la semana y promovía el amor y costumbre por la literatura. Luego de instalarse en Ibagué publica con la editorial Magisterio su famosa obra Cantata Para El Fin De Los Tiempos, también Los Hijos del Fuego, y en el 2003 gana el premio de literatura Ciudad de Bogotá con su obra El Peregrino de Los Sueños, la cual se encuentra disponible en audio en el siguiente video:
A quince años de la desaparición de César, se evoca los nombres de algunos bardos tolimenses que ya se han adelantado en el camino de la vida como Roberto Ruiz Rojas, su hermano Hugo Ruiz Rojas y Héctor Sánchez Vásquez quien hace poco fue encontrado inerte en su apartamento en el centro de Ibagué.
Por: Juan Felipe Solano – A la Luz Pública.