El Líbano será la tierra de las oportunidades

¡Por fin estamos a pocas horas de las elecciones territoriales! Entonces llegaré al cubículo de votación muy consciente de lo que requiere el Líbano y el Tolima, pero con sentimientos encontrados, de tristeza por todo lo acaecido en esta campaña y de esperanza porque se impondrá la mejor opción (Adriana Magali Matiz a la gobertolima y Diego Padilla a la Alcaldía), quienes despojados de triunfalismos y con mucha sinceridad lograrán la unidad de los líderes y comunidades de estos territorios en torno a un plan de desarrollo participativo que nos lleve a superar la inequidad, la miseria y la injusticia.

Aunque fue en todo el país, en el campo local vivimos una cruel e inmoral campaña y tuve que soportar el fastidio de haberme tragado muchos sapos, por aquello de la coherencia, de tener que callar ante esa campaña de egolatría, ambición y odio en su máxima expresión, que arrancó con injurias y terminó con arbitrarias acciones administrativas, todo por alcanzar el poder local con engaños artificiosos; ya que en las urnas le será negado.

Tuvimos algunos candidatos de la tierra y foráneos, con memoria corta y selectiva, aparentando lo que no son, practicando aquello del “todo vale”, de que “el fin justifica los medios” y convencidos que la comunidad les aplaude sus artimañas.

Vimos de todo, a creativos dando forma a las ideas perversas y torcidas de asesores, el ingenuo invento de un “infiltrado” de otra campaña, señalamiento que nadie creyó, pues hemos avanzado, sí, pero no al nivel del Watergate y mucho menos para creer en “amenazas de muerte”. Mucha demagogia donde todo lo que les pedían era factible. Apareció un videíto de un candidato entregando un dinerillo a una joven, mientras socarronamente le hace una pregunta de doble sentido. A todo esto y a otros hechos rápidamente les restaron la gravedad bajo el sello de FALSO.

Fueron varios los hechos en este orden, pero el más grave llegó con la arbitraria intervención administrativa del Hospital Regional y la separación del gerente de su cargo, designando una encargada por un año. El soporte de la medida es muy vago y por ningún lado aparecen los graves delitos que permanentemente salían de las campañas. Esta medida se la atribuyó y la celebró el candidato liberal. Esta intervención es politiquera, un instrumento perverso que en muchos casos asfixia a las empresas.

Lamentable este episodio es el resultado de la lucha por el poder entre Mauricio Jaramillo y Óscar Barreto, siendo el gerente el «chivo expiatorio«. Ojalá la intervención no lleve al hospital a «cuidados intensivos«.

No voy a ahondar en acciones negativas que se registraron a lo largo de la campaña, en donde el escándalo de un día era sepultado por el del día siguiente y así sucesivamente. Considero que algunos candidatos se equivocaron en la elección de asesores que los llevaron a cometer errores graves de marketing. Se requería era vender un producto, no enterrar al adversario. Producto de esa asesoría o de iniciativa propia vimos escenas donde se llegó a estallar públicamente con frases humillantes que generaron temeridad. Se llegó a desconocer al jefe o mentor que se traducía en deslealtad o ingratitud, se negaba lo dicho como si el público no tuviera memoria. En fin, hubo desaciertos, estos y otros, que colocaron al actor al borde del suicidio político.

Son siete los ciudadanos se disputan la Alcaldía, en sus programas encontré temas interesantes, pero no hablan de las fuentes de financiación de los mismos, como recomendó la procuraduría. Vale la pena seguir teniéndolos en el radar de su trabajo social por el bien del Líbano.

Creo que a la fecha todo está definido en temas del ejecutivo y que Diego Fernando Padilla Mendieta, es el candidato que ha mostrado una total coherencia, un control de sí mismo; no ha perdido el tiempo dando respuestas a agravios. Ha estado concentrado en su objetivo de dar a conocer su programa de gobierno y de dialogar con la comunidad y de paso brindar atención médica a quien lo requiera. Es una persona íntegra, que escucha y atiende consejos. Diego Padilla, obviamente tiene falencias propias y externas, pero es el líder que hoy necesita el Líbano y sabrá actuar en equipo; sin autoritarismo. Tiene una enorme ventaja sobre sus contrincantes, ser el único con gobernadora virtualmente electa, Adriana Magali Matiz, quien se ha comprometido con Padilla a convertir a El Líbano en la tierra de las oportunidades.

Por: Miguel Salavarrieta Marín

Periodista independiente.