Estres
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“Espere un momento, ya le colaboro”: la frase de moda

No sé en qué momento la labor de atender, se convirtió en una colaboración. Ahora es común en oficinas públicas, en almacenes, en todo tipo de negocios, que los empleados les digan a los clientes que les van a colaborar, como si estos últimos les estuvieran pidiendo las cosas regaladas.

Para la Real Academia Española RAE, la palabra colaborar hace énfasis en el aporte de una tarea conjunta o en una contribución. Contribución hace referencia a algún tipo de dinero o donación que se entrega para algún fin. No he podido entender el porqué un empleado al que le pagan un dinero por la labor digna de atender, terminó haciendo una contribución.

En las oficinas públicas por ejemplo, muchos funcionarios miran a la gente de manera despectiva cuando estos van hasta por el recibo para pagar el predial o cualquier otro impuesto. Si está lleno el lugar y la gente reclama por la desidia y la apatía en la oficina, sale el funcionario con su frase mágica: » Señora espere, ya le colaboro». Eso encajaría si el funcionario le fuera a regalar un dinero para pagar el impuesto o algo así.

En los bancos también es común, cuando usted va a hacer pagos o reclamar su dinero y de seis cajas hay una habilitada. Es claro que el pobre empleado lleno de estrés, siente que le está colaborando cuando solo está haciendo su trabajo. Él también es una víctima de un capitalismo voraz en donde sus jefes no disponen del personal necesario. Sucede en muchos lados.

Aclaro que los buenos ciudadanos tratan con respeto a toda persona que le brinda una atención. Por supuesto,  pide el favor y agradece el servicio,  incluso, si es una excelente atención, hasta una propina ofrece como sucede en los restaurantes o bares. Eso sí, por más noble, por más humanista, tiene claro que no es una colaboración la que le están dando, porque la cuenta no se la están ayudando a pagar. Es un servicio de atención el que le ofrecieron y lo mínimo que espera un cliente es que lo hagan con amabilidad.

Usted colabora cuando apoya con dinero una fundación animalista, cuando hace obras sociales, cuando ayuda al necesitado, cuando compra una rifa y cuando hace algo de manera desinteresada. No se puede confundir como sucede ahora las obligaciones, con las colaboraciones.  Ahora, hasta los agentes de Policía le están colaborando a la ciudadanía cuando ejercen su deber. Claro que es plausible su labor si la hacen con decoro. No obstante, es su obligación.

Cuando alguien va al trabajo y ejerce sus funciones por las cuales le pagan, no está prestando una colaboración. No es la palabra adecuada. Es como si usted pagará por una boleta y fuera a un concierto y el artista cogiera el micrófono y le dijera a su público «les voy a colaborar con unas canciones«. Él entiende que su deber es cantar, que pagaron por ir a escucharlo y por eso lo hace con todas las ganas.

Así que si a usted le pagan por atender gente, hágalo de la mejor manera. Si una persona es irrespetuosa con usted, está en todo su derecho de exigirle un buen trato.

A los clientes los insto a que cada vez que algún desubicado le diga la frase de moda: “ya le colaboro”, le responsa amablemente pero con vehemencia: “Señor (a) discúlpeme ¿Con cuánto me va a colaborar o en qué?

Jamás olvide que cuando usted va a comprar o a pagar algo no está pidiendo limosna como algunos empleados los quieren hacer ver ahora. En los negocios no hay nada regalado, no hay colaboraciones.

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Editor General.

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