Rodolfo
Imagen: Revista Semana.

La culpa no es del Viejo

Es así de simple. La mayoría de colombianos se preguntan después de la primera vuelta ¿qué pasó? En qué momento un candidato que no estaba en los radares de nadie con una opción real de triunfo, ahora es el más opcionado para ganar la Presidencia.

Es una verdad a ciencia cierta que Rodolfo Hernández es un fenómeno mediático que terminó empujado por políticos tradicionales que vieron en él la única ficha que podría arrebatarle el triunfo a Gustavo Petro. Varios analistas (me incluyo) diez días antes de elecciones vieron muy viable y lógico que el exalcalde de Bucaramanga se metiera en la Segunda Vuelta.

¿Era Rodolfo Hernández realmente un gallo tapado del uribismo y el plan C de Álvaro? para quien escribe, no. Lo que sucede es que en política de perderlo todo a quedar con algo, es mil veces mejor la segunda opción. El plan de Uribe fue claro desde un inicio y era quemar a Óscar Iván Zuluaga, para ensalzar a Federico Gutiérrez y que este cuajara como independiente, atajara a Petro y reemplazara el mal gobierno de Duque.

Las cuentas simplemente no dieron y sabía que Fico no podía frenar al del Pacto Histórico, porque es más fuerte hoy por hoy la resistencia a Uribe que el odio a Petro. En síntesis, en el camino encontraron como tabla de salvavidas a Hernández y por eso hoy toda su comitiva: empresarios, terratenientes, políticos, etc., están con él.

¿Es culpa de Rodolfo? Por supuesto que no, así lo planeó: tampoco. El ‘Viejo’ es la consecuencia más no la causa de su propio movimiento. Logró sintonizarse a lo “Trump” con un discurso simple pero claro y necesario para el colombiano que es: “acabar con la maldita corrupción”. Es un populista de derecha que vende ilusiones porque sabe que  el pueblo se alimenta de ellas (eso no lo hace malo, todos al final lo hacen). 

Ahora bien, falta analizar algo que por supuesto va a exacerbar el odio de mis amigos petristas. Uno de los responsables mayores, que se le esté embolatando la presidencia al Pacto Histórico es su mismo líder. Es evidente que no supo atajar el odio de sus simpatizantes recalcitrantes, que se dedicaron a insultar, a atacar y a cazar peleas con los que se declararon neutrales. Esos neutros hoy están con Hernández y no porque sean uribistas, simplemente porque salieron espantados.

Vendieron la idea que era blanco o negro, vida o muerte, corruptos o limpios y así no es. Además (seguiré haciendo méritos para más insultos) se equivocaron ofreciendo la vicepresidencia al segundo lugar en votación de la lista. Ese puesto es para converger, para llamar al otro, para sumar (es estratégico). Creyeron que tenían los votos suficientes para dejar por fuera a otros sectores y se equivocaron. Francia, para mí, sería espectacular como Ministra del Medio Ambiente, pero no la veo como reemplazo de Petro en caso de este verse impedido.

El Pacto Histórico, no ha querido entender que el colombiano promedio que se siente parte de la “gente de bien” le tiene miedo al resentimiento del marginado. He escuchado a muchos “tibios” como los llaman, decir que los ojos de muchos petristas no muestran reconciliación sino todo lo contrario. En mi caso yo creo que sí hay buenas intenciones, pero eso se demuestra con hechos y debieron haber acercado a más tradicionales. Sí, así me crucifiquen, tenían que tener más Benedettis, más  Barreras, etc. Necesitaban de los que generan tranquilidad al otro lado así incomoden a los Nadies.

La política no conoce de enemigos sino de adversarios, no conoce de amigos sino de aliados. O ustedes que creen: ¿Rodolfo va a rechazar los votos del uribismo? Seguramente seguirá en su discurso de no hacer pactos con nadie pero estará abierto si quieren votar por su candidatura. El Petrismo prefirió respaldar a Piedad Córdoba (ampliamente cuestionada) que sumar adversarios. Al final, sabemos el inconmensurable daño que le hizo su presencia.

La verdad es que Fajardo, estaba mil veces más preparado que Hernández para gobernar, pero nadie le entendió su discurso; tampoco se lo entendieron a Humberto de la Calle, ni a Mockus en su momento. Tenemos una herencia colonial en donde nos encantan los capataces de finca, esos que dicen que tienen “Las guevas bien puestas”. Después nos preguntamos por qué tenemos índices tan malos en educación, cero en lectura y fama de ser amantes de la cultura mafiosa.

No soy pitoniso para saber quién ganará la presidencia. Pero me adelanto a pensar que se avecina una época dura para el país. La polarización no terminará el 19 de junio apenas empezará independiente de quién gane. Ninguno de los dos gobernará fácilmente.

Petro no tiene a favor el Sistema (banqueros, clero, Fuerzas Militares, clase política tradicional) y Hernández, sin Congreso, tendrá que negociar con Uribe, Pastrana y Gaviria y se estrellará porque una cosa es manejar una finca en Piedecuesta y otra casi un millón doscientos mil de kilómetros cuadrados. Usted decide.

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy.

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