Doce millones de empanadas son consumidas cada 24 horas en Colombia. Un ibaguereño de a pie, diariamente se come mínimo una empanada al día.
Panaderías, pastelerías, tiendas, chuzos, restaurantes formales, informales, comederos de barrio, en el centro, sur, norte, en todas partes de la capital musical de Colombia se consiguen empandas. De pollo, carne, papa, yuca, champiñones, de todo tipo, clase, colores y sabores, se le tiene.
Somos una ciudad tradicionalmente fritanguera, en cada barrio se pueden encontrar varios puntos de comercialización de empanadas. En el Centro, formalmente existen locales comerciales especializados, hay restaurantes que usan recetas “gourmet” para su preparación. Somos amantes al colesterol.
Sandra Zuluaga, empresaria y fabricante de empanadas de Ibagué, asegura que “diariamente nosotros vendemos cerca de 300 empanadas. Además vendemos pasteles, marranitas y arepas de huevo. Las empanadas son las que más se venden. Una personas se ha alcanzado a comer 12 empanadas”
Además de la demanda, una de las razones para que una persona opte vender empanadas como forma de vida es la falta de empleo. Ibagué según el Dane, reporta 25 mil personas sin empleo, frente a 241mil ocupadas, sin contar a los informales. Sandra tiene 44 años y siente que es la única opción que tiene de sobrevivir, argumentando que en el mundo laboral no tiene oportunidades.
Si una empanada cuesta $600, diariamente Sandra, solo en empanadas recauda $180. 000, trabajando seis días de siete que tiene la semana (los lunes descansa). Mensualmente Carmen solo en empanadas reúne 4.320,000 exceptuando la ventade pasteles y marranitas, que cuestan $1.200 la unidad.
“Yo me puedo comer 10 empanadas en una sentada. Sin afán, con gaseosa y con un buen ají se pueden bajar”, comenta un comensal de empanada.
Se consumen en los 1094 municipios del extenso territorio colombiano. Con exactitud 12 millones de empanadas son consumidas en Colombia, solamente en 24 horas. Un ibaguereño, diariamente se come mínimo una al día. Funciona como almuerzo, merienda, medias nueves, desayuno o snack. Cómo no quererlas, aún más si se acompaña con guacamole, ají o limón.
Como Carmen miles de personas en Ibagué sostienen hogares gracias a la venta informal de empanadas, tinto, dulces, galletas y carnes, no por gusto o por amor, se hace por sobrevivir en una ciudad sin oportunidad de empleo, cuarta en el ranking de desempleo nacional.
Fotos y texto: Daniel Camilo Preciado Gómez, comunicador social y periodista.
*Este artículo se publicó en nuestro portal en 2014.