Creemos que si los analistas del fútbol fueran pitonisos, se dedicarían a estos menesteres que hoy por hoy son más rentables. La verdad, es que la frase trillada de que en el fútbol “no hay nada escrito” es una perogrullada que se seguirá utilizando de manera vitalicia.
Todavía se siente el sinsabor del semestre pasado en la afición, cuando con solo un empate en Ibagué contra Águilas Doradas, se sentenciaba una nueva final. Pasó lo inimaginable y es que se perdió 0-1 de una manera absurda luego de acumular 12 puntos en los primeros cuatro partidos. El desenlace en Barranquilla aún duele en la hinchada.
Ni qué decir de las dos finales perdidas seguidas en Ibagué cuando todavía el ibaguereño Hernán Torres dirigía el equipo. La final de la Liga 2021-1 se perdió con Cali luego de venir de empatar en Palmaseca. En el 2022-1 el triunfo 2-1 contra Nacional en el Murillo Toro, no fue suficiente para empatar la serie que en el Atanasio quedó (1-3) . Jamás, olvidará la afición la dilapidada del penalti en los pies de Cataño y su posterior expulsión.
Ahora es una nueva historia. El equipo, no es el del semestre pasado que hizo lo inverosímil y llegó a los cuadrangulares cuando parecía eliminado. Los dirigidos por David González son líderes absolutos de la liga 2024-1 y están instalados en semifinales.
El Deportes Tolima, cuenta con 35 puntos faltándole todavía dos partidos por jugar contra Patriotas y Nacional. Completa 10 partidos ganados, cinco empatados y dos apenas perdidos. Su diferencia de gol es de catorce. Es un equipo más maduro sin lugar a dudas.
La historia se escribe paso a paso y minuto a minuto. Habrá que esperar a que el equipo conserve su regularidad y sostenga su rendimiento en los cuadrangulares. Obviamente, siempre recordando que el entrenamiento deportivo se compromete con el rendimiento más no con el resultado. Ojalá se logren ambos.