
Análisis / Mauricio y Guillermo Jaramillo, han ostentado por muchos años el poder político en la región de manera directa o indirecta. Esta vez van por la Gobernación del Tolima y al parecer por la Alcaldía de Ibagué.
Guillermo Alfonso Jaramillo, ha sido hermético en su decisión final sobre su aspiración a la alcaldía, sin embargo ha puesto en manifiesto su intención con el objetivo de observar reacciones e ir creando ambiente sobre su nombre en la ciudad.
La candidatura ha tomado fuerza en las últimas semanas, y luego de su fallido intento por ser el candidato del petrismo a la alcaldía de Bogotá, fijó sus objetivos en la capital tolimense.
A través de medios locales el exgobernador ha mostrado su intención de ser candidato, al tiempo que ha criticado la gestión de la actual administración municipal.
Sobre Guillermo Alfonso Jaramillo, las opiniones están divididas, y muchos reprueban su candidatura, entre otros temas por la aspiración de su hermano Mauricio a la gobernación, lo que origina un pésimo mensaje a la ciudadanía, referente a la falta de una verdadera renovación política.
Sobre los hermanos Jaramillo, vale la pena decir, que es muy poco lo realizado en beneficio de la región, teniendo en cuenta que por muchas décadas han estado al frente de cargos en los cuales han tenido la oportunidad de tomar decisiones.
Han sido protagonistas de grandes escándalos derivados de la beligerancia propia de su personalidad y de duras coyunturas políticas en las cuales han atacado en lo personal a sus detractores, situación que les ha generado resistencia ante la opinión pública.
También es preciso decir que la administración de Guillermo Jaramillo en la Gobernación del Tolima, tuvo aciertos importantes en materia social, en una época en la cual el conflicto armado estaba en niveles sofocantes para la institucionalidad y el desarrollo de políticas de Estado.
Sobre Mauricio Jaramillo, hay que decir que las cosas en materia electoral no avanzan de buena manera. Se ha perdido la confianza en las autodenominada “Unidad por el Tolima”, de la cual muchos de sus integrantes estarían muy cerca de abandonar el barco, y sumarse a la candidatura de Óscar Barreto.
Los problemas generados al interior del liberalismo debido a la no realización de la consulta para elegir candidato a la alcaldía de Ibagué y la proclamación del dos veces alcalde Rubén Darío Rodríguez, complican aún más el panorama electoral del exsenador.
Resta entonces que se confirme o no la aspiración de Guillermo Alfonso Jaramillo, a la alcaldía de Ibagué, para evaluar los efectos que cause la decisión en su propio proceso y en las aspiraciones de su hermano Mauricio a la Gobernación del Tolima.