El dirigente político abandona al exsecretario a su propia suerte.
Dos años después de la campaña electoral de 2015 se conoció que Jorge Alberto Pérez Díaz, al parecer no contaba con el respaldo político del grupo del antioqueño Pompilio Avendaño, quien aspiraba por aquel entonces a la Alcaldía de Ibagué.
Esto, pese a que desde el inicio del gobierno de Luis H. Rodríguez, el grupo de Avendaño recibió entre otras cuotas, la Secretaría de Infraestructura del municipio, cargo que ocupó Pérez Díaz, durante todo el mandato.
«El señor Jorge Alberto Pérez fue requerido por Pompilio Avendaño para manifestarle que ya no tenía su respaldo político debido a que la situación con Luis H. se había reventado debido, que el exalcalde tenía su candidato y que él pretendía asumir el mandato local «, dijo en una emisora Carlos Sepúlveda, quien trabaja de tiempo atrás con el dirigente paisa y es el vocero de Avendaño, Germán Charry, y otros personajes de Ibagué.
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No se sabe si en realidad esto ocurrió, o si es una estrategia de Pompilio Avendaño para desmarcarse de su antiguo socio y alfil político, ahora que la Fiscalía lo metió a la cárcel al comprobarle que recibió sobornos del contrato de diseños para las obras del estadio Murillo Toro.
Pero a Jorge Pérez, aún le falta entregar cuentas por el resto de las obras del estadio, realizadas sin especificaciones técnicas; o por contratos millonarios y cuestionados como el Plan Centro, que acometió dicha secretaría, para esa época sí, operando bajo los lineamientos de Pompilio Avendaño Lopera.
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También debe investigarse si Pérez tiene a nombre propio bienes y dinero, o a quién le estaba haciendo el favor de ocultárselos a manera de testaferro o prestanombres. La Fiscalía dijo que el exsecretario era propietario de siete tractomulas que bien podrían valer más de 3.500 millones de pesos.
Algo no cuadra en el reciente desconocimiento de Avendaño para con Jorge Pérez: ¿por qué compartieron el mismo abogado, Humberto Escobar, quien defendió a Pompilio en su proceso por parapolítica en la Corte? Y ¿por qué en la reciente audiencia de Pérez le pusieron a ‘marcarlo’ al centímetro a Carlos Sepúlveda, en un intento por controlar las conversaciones de este o por conocer qué estaba pensando a fin de que no se le fuera a ir la lengua en contra de su exjefe?
Otro escenario posible es que Jorge Pérez busque colaborar con la justicia y tenga información de interés sobre Luis H. Rodríguez o sobre otros jefes políticos de la ciudad que están pasando de agache con la corrupción de los Juegos Nacionales, o con la corrupción pública en general.
Más dudas que certezas en el ejercicio de la política en Ibagué: un cáncer que hace metástasis por donde quiera que se le mire.