El escritor tolimense, otro de los damnificados de las elecciones presidenciales.
“Petro no me entusiasma, es el viejo estilo de la política que aprendí a detestar”, dijo hace poco en medios de comunicación, el escritor William Ospina.
El intelectual, oriundo de Padua, Herveo, había sonado desde hace semanas como un posible ministro de Cultura en el eventual gabinete de Rodolfo Hernández; situación que incluso confirmó el aspirante presidencial.
Claramente esa posibilidad se le engavetó a Ospina con los resultados del 19 de junio que le dieron la victoria a Gustavo Petro.
William Ospina también había causado polémica en otra elección presidencial: la del año 2014 cuando mostró sus simpatías hacia el candidato del uribismo, Oscar Iván Zuluaga.
Lo que no se puede desconocer es la inmensa trayectoria de Ospina, en géneros como la novela, la poesía, el ensayo.
Sin duda el futuro de William Ospina está en las letras y no en las impredecibles aguas de la política.
También habría que recordar ese viejo aforismo de las abuelitas de “no ensillar las bestias antes de traerlas”.