A La Luz Pública – Noticias de Colombia La fuerza de la verdad
Hace apenas unas horas creía en mi primer análisis superficial de los resultados del domingo 19 de junio, que la estrategia del uribismo de sumar los votos de Rodolfo y Fico no les había funcionado. Las matemáticas no mienten y creo que sí les pegó la cosa en un alto porcentaje. Si sumamos los votos de ambos candidatos en primera vuelta daría la suma de un poco más de 11 millones de votos y al final Rodolfo Hernández sumó 10 millones 580 mil 412.
El descuadre de cerca de medio millón de votos no fue contundente para la derrota del Ingeniero. Ellos esperaban que el candidato del Pacto Histórico se estancara en su votación de primera vuelta y al no tener apoyos políticos presuntamente no debería pasar de los nueve millones.
La voz de Petro fue escuchada en las regiones en donde es fuerte: Bogotá, la Costa Atlántica y el Pacífico y su votación creció considerablemente sumando 2 millones 753 mil votos más de los que logró el 29 de mayo. El panorama electoral cambió en el momento en que se pasó de 21 millones 418 mil 631 electores a 22 millones 658 mil 694.
Se mejoraron cuatro puntos de la abstención electoral pasándose del 54,91 por ciento al 58, 09 lo que significa una diferencia de 1 millón 240 mil votantes más que en la primera vuelta. A esta caja electoral se le debe sumar 135 mil 364 de votos en blanco adicionales y cerca de 30 mil nulos en comparación con el 29 de mayo. Tampoco olviden los 500 mil aproximadamente de la aritmética que les falló a los de la campaña de Hernández.
Los votos adicionales para Petro por regiones fueron así. En el Caribe sumó 697 mil 568 más, en el Pacífico 582 mil 935, en Bogotá 484 mil 326 e incluso en Antioquia y en el Eje Cafetero no se estancó y adiciona 396 mil 356 sufragios.
En el Oriente creció 178 mil 956, en la Amazonía 57 mil 985 y en los consulados 18 mil 760 votos.
Analicen por ejemplo aspectos curiosos de la votación de Rodolfo Hernández en Antioquia. La sumatoria de votos de Federico Gutiérrez y del Ingeniero en la Primera Vuelta da un millón 906 mil 955 votos y en Segunda Vuelta fusionados, lograron un millón 822 mil 700. El descache es apenas de un poco más de 80 mil votos. No obstante, Petro les pasó de 682 mil 282 sufragios a 942 mil. Esa fue la diferencia porque les hizo un golazo en la tierra de Uribe.
En resumen el uribismo hizo la tarea pero no contaron con que Petro también haría lo propio y lograría despertar simpatizantes que no le votaron el último domingo de mayo. Obviamente, no se puede desconocer el apoyo político de hombres claves como: Antanas Mockus, Alejandro Gaviria y otro grupo de políticos reconocidos que no comulgan con las políticas de Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.
La moraleja de esta campaña reside en el valor que tiene despertar electoralmente al país dormido. Si esto se aplicara en las regiones y se le diera una importancia real, descuadraría por completo la caja de los gamonales políticos que casi nunca les falla esa matemática electoral. Sé que es más difícil en campañas pequeñas en donde se mueven en forma las maquinarias políticas y el dinero, pero este tipo de procesos dan esperanza.
El mundo está cambiando y Colombia no es la excepción. Con la llegada de las redes sociales, es más difícil para los políticos tapar sus faltas y mantener al electorado aislado de sus decisiones. Ahora se hace más honor al lema de una democracia participativa.
La gente olvidada de la periferia que generalmente se vendía por una dádiva pasajera como elector, ahora recibe pero, entrega su voto al que le parece. Ese fue el mensaje que dieron los miles de colombianos pobres que llegaron a las urnas en canoas, en mula, y a pie a votar por el presidente electo.
La pregunta que queda para analizar será: ¿Afectará este cambio nacional la política electoral del próximo año en el Tolima?
Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy
Editor General.
