Luis Carlos
Imagen: suministrada.

Los bam bam

La tierra del tío Samuel no puede estar peor. De hecho, la tierra del tío Samuel está muy mal desde hace cantidad de años atrás; lo que sucede es que, como en esas, dizque familias de bien, todo lo que ocurre allá, les queda bonito y, para rematar, lo han normalizado y mostrado al mundo a través de sus películas y series como algo sencillo y de la mejor calidad.

Con lo anterior, me refiero a esas cosas “normales” que tiene que ver con masacres, violaciones, invasiones a países extranjeros en donde los malos son los de siempre, los estigmatizados, los de la barba y el turbante o los del color rojo que hablan medio raro; en fin, todo el mundo, menos los invasores cuyo objetivo jamás tiene que ver con lo humanitario, son los malos.

Si le sumamos los temas de la compra, venta y consumo de drogas, la cosa se pone más oscura y, si le aplicamos un poquito de: “todo el mundo puede andar armado”, que entre el diablo y escoja.

Lo sucedido recientemente con el candidato presidencial Donald John Trump, es una muestra clara de ello; por supuesto, no es el primero en recibir semejante tratamiento que, por poco, le quita la vida, según cuentan y muestran los que saben.

Lo más curioso es que, Trump, apoya precisamente ese tipo de cosas y su discurso no puede llegar a ser más violento. Entonces, podemos decir que:

¿Donald J. Trump recibió una dosis su propia medicina?

Por supuesto, debo aclarar que, para nada estoy justificando lo sucedido; no estoy de acuerdo con que se atente contra la vida de nadie. Simplemente, me pregunto qué pasa ahora que este nefasto sujeto el cual, según dicen las estadísticas, será nuevamente presidente de esta tierra en decadencia, sufrió un atentando como este, de manos, supuestamente, de un ciudadano del común, de esos que andan con el rifle al hombro y que no se les da por nada prender a sangre y fuego a quien se le atraviese.

Estoy casi seguro, entonces, que no pasará nada más allá de utilizar el atentado para reforzar la campaña política de Trump mientras las cosas siguen de mal en peor.

Sin embargo, eso no quiere decir que la tierra del tío Samuel no necesite una desintoxicación urgente, tanto de las drogas como de los bam bam, porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!

Por: Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa, escritor.

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