El exalcalde de Ibagué contribuyó a la derrota del Partido Conservador en la localidad.
En un apretado margen y con apenas 256 votos de diferencia Francisco Bermúdez le ganó en Melgar a Yolanda Pérez, la candidata del Partido Conservador y de la Casa Barreto, movimiento que orienta en la región el senador Oscar Barreto.
Al triunfo de Bermúdez se sumó Andrés Hurtado, el exalcalde de Ibagué quien se convirtió en coordinador del partido de la U en el Tolima, y uno de los grandes contradictores del barretismo, movimiento que arropó en sus inicios al dirigente y con el que ahora marca una amplia distancia.
«Un gran logro en Melgar. Agradecemos a todo el pueblo melgarense por apoyar a nuestro candidato, pero que la gloria sea para Dios que es el que da las victorias«, dijo en redes sociales Andrés Fabián Hurtado.
El triunfo en Melgar no es el único escenario en el que Hurtado le planta cara al barretismo: en mayo pasado Hurtado se sumó a la campaña de Luis Orlando Ortiz, quien elegido como nuevo alcalde de Coyaima, también en elecciones atípicas.
El gran termómetro para medir la fuerza del movimiento de Hurtado y de Barreto será en marzo próximo, en las elecciones a Congreso donde el propio Andrés Hurtado busca hacer elegir a su hermana, Carolina Hurtado, en la Cámara de Representantes; el igual que el senador heredarle la curul a su sobrino Santiago Barreto, y mantener el mayor número posible de curules en la Cámara por la circunscripción en el Tolima.
La clave estribará en conocer el número de curules a la Cámara que logre el barretismo y el comportamiento electoral de los 47 municipios, así como si las fuerzas políticas opuestas al partido Conservador logran arañar votos y asegurar cupo en la cámara baja.
También habrá que ver si el pulso que sostiene Andrés Hurtado contra su antiguo mentor, Oscar Barreto, se traduce en votos contantes hacia su candidata a la Cámara, Carolina Hurtado (hermana del exalcalde), lo que también podría indicar si Hurtado se apuntala para su candidatura a la Gobernación en 2027, y logra destronar a la Casa Barreto del poder regional que ostenta desde hace varios periodos.
Todo ello obligará sin duda al movimiento de Oscar Barreto, y al propio senador, a replantear estrategias, corregir el rumbo, realizar un ejercicio necesario de autocrítica para no ir a ‘morder el polvo’ en los procesos electorales siguientes.