A La Luz Pública – Noticias de Colombia La fuerza de la verdad
Alfonso Ricaurte fue condenado e Iván David Hernández camino de afrontar juicio oral.
El viejo adagio popular de que “la justicia cojea pero llega”, parece cumplirse en el caso del hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, sumido en la más profunda de sus crisis por las pésimas decisiones de sus exgerentes.
Dos de ellos, comienzan a rendirle cuentas a la justicia.
En octubre de 2015, fue condenado el exgerente Alfonso Ricaurte a 60 meses de detención domiciliaria, como presunto responsable de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y celebración de contratos sin el lleno de los requisitos legales.
Los hechos, tienen que ver con una compra de lámparas para cirugía que el hospital abrió en el año 2005, en cuantía de 73 millones de pesos y que fue ganada por la empresa Equipos Médicos Limitada, pero que fue otorgada por decisión de Alfonso Ricaurte a la firma Gilmedica Limitada. (Lea: la condena a Alfonso Ricaurte).
Y esta semana fue imputado de cargos el exgerente del periodo 2008 – 2011, Iván David Hernández, en lo que la Fiscalía señaló: “por las irregularidades presentadas en un contrato suscrito para la construcción de unas escaleras de emergencias en los edificio B y C del citado hospital”.
Es de recordar que la investigación se originó por la adjudicación del contrato a un proponente que no cumplía con los requisitos para ejecutarlo, por un valor de $528.617.000.
Hernández continuará en libertad y enfrentaría el juicio oral de la causa. (Lea: más del caso Iván David Hernández).
Veedores de la salud, sindicalistas y exempleados sospechan que el saqueo del Federico Lleras fue mucho mayor y abarcó otras administraciones por lo que le piden a la Fiscalía llegar al fondo de la ‘olla podrida’ y poner en prisión a los responsables.
