Por donde se miren las actividades de Jorge Alexander Pérez están llenas de delito y deshonestidad.
Tumbó a ferreterías de Ibagué a las que les debe millones en suministro de materiales que tampoco llevó a las obras de los escenarios, sino que revendió en el mercado negro. Se sabe que don Adriano Díaz, de la Ferretería al Día, es una de las víctimas. Le quedó debiendo a la firma Cemex.
También robó a Oscar Berbeo luego que el exconcejal le vendiera la concretera Boylam. Jorge Pérez debe más de mil 200 millones de pesos en un litigio que va en los estrados judiciales con embargos y recusaciones.
Tampoco les pagó a empleados que contrató para las fallidas obras en Ibagué. Quedó debiendo hasta facturas de servicios públicos. En sus empresas hay desde falsedades en documento, simulación de ingresos y gastos, hasta evasión de impuestos a la Dian.
Iba a robar a sus socios españoles comprándose el cemento a sí mismo para las obras del Parque Deportivo y del Coliseo de la 42. Tenía como ficha al representante legal del consorcio que fue despedido por los peninsulares, tras advertir el tumbe.
“El señor que había puesto este señor, ‘El chatarrero’, en nuestra UT, vimos cómo se querían robar todo el anticipo comprándose concreto así mismo. Entonces nosotros actuamos y destituimos a este señor como representante legal puesto que ¡nos estaba robando, eh!”, dijo en una grabación filtrada en 2016 Juan Ramón Hernández, vinculado con el grupo Construcciones Vera de España.
También la Fiscalía reveló que Jorge Pérez dio una comisión de mil millones de pesos a Orlando Arciniegas para que este le adjudicara los contratos de obra de los Juegos. Tan solo en el Coliseo de las piscinas Pérez Torres recibiría 37 mil millones de pesos.
Para rematar, la Fiscalía reveló que el Chatarrero ha tenido denuncias a través de los años por los ilícitos de estafa, hurto, falsedad en documento y constreñimiento ilegal.
Y ahora se conoce que el dinero sustraído por Jorge Alexander Pérez de los anticipos que recibió por parte de la Alcaldía, podría haber sido lavado en Panamá, con bienes y actividades dudosas en empresas que comienzan a caer en la lupa de la Fiscalía.
El Chatarrero amaneció en la cárcel de Picaleña. Rumia su desconsuelo y mala suerte. Seguro pensará al igual que otros corruptos de Colombia cómo salirse del problema: guardó buen dinero en el país y en Panamá, sus testaferros y familiares le custodian los bienes. Pagará unos años de cárcel pero para descontar la pena podría negociar con la justicia y delatar a sus cómplices. En sus manos estaría la clave para demoler la coartada de Luis H. Rodríguez quien sigue afirmando que todo sucedió a sus espaldas y que no le quedó más dinero que el ‘plante’ que tiene para vender cubetas de huevos a sus amigos.
Un ejemplo para las nuevas generaciones a la hora de mirar bien lo que no se debe hacer en los negocios, la ética empresarial que siempre se debe mantener. Una clara evidencia que no todo vale a la hora de buscar el lucro, el ascenso social, el dinero fácil a cualquier costo.
Este artículo fue publicado en septiembre de 2017.
Y la rata de Luis H y la otra rata el doctor Jaime Daniel siguen en el club campestre el nido de ratas más grande de Ibagué.
EL PROBLEMA MAS GRAVE ES QUE LOS QUE TERMINAN PERDIENDO EL TRABAJO HONESTO DE TODA LA VIDA SON LOS PROVEEDORES,SUBCONTRATISTAS DE MANO DE OBRA Y TODOS LOS DEMAS INTERVINIENTES EN ESTAS OBRAS PORQUE ACTUAN DE BUENA FE Y NO HAY POLIZAS NI LEYES QUE LES PROTEJAN,NI SIQUIERA QUE LES DEVUELVAN LAS RETEGARANTIAS CUANDO EL CONTRATISTA ES MUY HONESTO.