¿Es prudente llamar vía celular sin avisar previamente?

Si es usted de los que llama por celular y le molesta cuando no le contestan,  es porque seguramente ya es un cuarentón.  Si le ofusca seguramente hace parte de la edad dorada. No lo dude.

 

Todo evoluciona. Las reglas ortográficas, la medicina, la tecnología y también las normas sociales. La etiqueta o el glamour son convenciones o sea acuerdos y estos se acomodan al colectivo y no al individuo.

Son las especies las que se adaptan a los cambios como lo sustentaron Darwin y Lamarck. De ahí depende incluso la supervivencia. Quienes quedan anquilosados en el pasado sufren demasiado.

Hace un poco más de un par de décadas la gente llamaba a teléfonos fijos (oficinas y residencias). Se daba por hecho que en ciertos horarios era muy posible encontrar a alguien en casa o en el punto. Con la llegada de los celulares y su masificación, esto cambió.

Ni qué decir de la proliferación en el uso de aplicaciones como WhatsApp. Algunas personas laborando pueden aparecer en línea cuando en realidad están en otras actividades. Simplemente, su laptop está anclada a su celular, no obstante, puede estar lejos de su móvil o del mismo computador.

Una persona puede estar manejando, en la playa, comiendo en un restaurante, haciendo el amor o simplemente enfermo. Es posible que quiera o no contestar. Las personas deben adaptarse a esa realidad a menos que se trate de un jefe y por supuesto en horario laboral.

Lo más prudente hoy en día es escribir, dejar una nota de voz o si lo amerita, preguntar si el receptor puede atender la llamada. Si es un cumpleaños deje el mensaje, no hay nada más incómodo que usted esté comiendo y atendiendo llamadas y más si son largas. Es dejar el egocentrismo y ponerse en los zapatos del otro.

Si se trata de familiares muy cercanos y son temas urgentes definitivamente es más efectivo un mensaje. Se lo aseguro.

Si usted hace una llamada y no le contestan hay dos posibilidades: o la persona está ocupada o simplemente no quiere hablar con usted. Si lo buscan al rato, fue la primera y si no recibe respuesta; así le duela, es la segunda.

Las personas tienen el derecho de decidir cuándo quieren o pueden hablar. Usted no está exento del mismo derecho. No se llene de motivos porque no le contestan de inmediato. Relájese por favor, y si no hay respuesta no sea de los que insisten cuatro y cinco veces. No hay necesidad de pasar por intenso. Deje el mensaje.

Este es un artículo de A la luz Pública.