Este docente por cerca de dos décadas se dedicó a formar a los jóvenes de una de las instituciones educativas más importantes de Ibagué.
El 2022 será un año que quedará en la memoria del maestro Jairo José Arteaga Cárdenas, quien por 21 años laboró en las instalaciones del colegio San Simón de la ciudad de Ibagué y quién recientemente abandonó del plantel educativo para dedicarle mucho más tiempo a diversos proyectos de su vida personal y profesional, un educador que no solo se dedicó a enseñar, también a dejar huella en la memoria de sus alumnos.
Este ibaguereño con 42 años de trabajo en la docencia, tuvo la responsabilidad, junto con varios de sus compañeros de poner en marcha el énfasis en técnico comercial de este centro educativo de la capital tolimense, esto por medio de un convenio con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), línea de formación que a juicio del profesor Arteaga Cárdenas, no solamente ayudó a formar buenos profesionales al servicio de la ciudad y de la región, también llevó a que se salvaran las vidas de jóvenes que estuvieron al borde de la drogadicción y otros hábitos insanos para su formación.
En diálogo con A la luz Pública el ‘profe’ Jairo como lo conocían sus estudiantes, asegura que son muchos los momentos gratificantes que vivió al interior de la comunidad ‘simoniana’, hablando con gran orgullo de un evento que para el momento contó con restricciones debido a la pandemia por Covid-19, Expo Universidades 2020, organizado desde el colegio y que logró tener alcances nacional e internaciona,l contando incluso con la coordinación y presentación por parte de sus estudiantes del grado 11.
Afirma que este evento en su versión inicial fue tan importante, que contó con la presencia de universidades de los Estados Unidos.
Al preguntárle sobre cuál era la fórmula para poder llegarle a sus estudiantes, responde enfáticamente qué no existe, que su idea de educación hacia los jóvenes se fundamenta sobre los pilares del respeto, motivación y el compromiso, principios que aplicó durante las cuatro décadas en las que impartió conocimiento y de las cuales expresa con tranquilidad, que nunca fue irrespetuoso con sus estudiantes y que en la única ocasión que llegó a gritarle a uno de ellos, con gallardía le ofreció disculpas frente a sus compañeros de clase.
Es tanto el aprecio y cariño de sus estudiantes y compañeros del ‘claustro ilustre’, que fueron varios los homenajes y despedida que recibió semanas antes de retirarse de la Institución, momentos que recuerda con gratitud y agradecimiento, no solo al centro educativo, sino a sus alumnos y demás profesores que de alguna u otra manera lo apoyaron durante estos 21 años de incansable trabajo para formar jóvenes de bien.
Aunque ya se encuentra disfrutando de un descanso, este profesor quién por varios años tuvo una vida cargada de responsabilidades académicas, madrugadas y una que otra lavada bajo la lluvia para llegar temprano a su puesto de trabajo y dar ejemplo de responsabilidad y puntualidad, no puede evitar enviar un mensaje de compromiso y de amor hacia el San Simón, no solo de aquellos estudiantes que aún se encuentran haciendo parte de su comunidad, también de aquellos egresados que se encuentran estudiando e incluso trabajando en distintas partes del país, también en tierras extranjeras, por lo que realiza una invitación para que se acuerden de su colegio, de su segunda casa, esa que los vio crecer y ayudo a forjar sus sueños.
Para sus alumnos y compañeros la huella indeleble del ‘profe’ Jairo queda impresa no solo en los pasillos y aulas de clase, también deja una marca en el alma y los corazones de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo y aprender de la mano de este hombre, que por sus venas corre el amor y el compromiso por llevar conocimiento y educación.
De alguna forma victorioso y con la ‘frente alcanzando las estrellas’ se puede decir que este hombre hace parte de esa gran historia que se escribe dentro del colegio San Simón no solo porque de alli han salido ministros, presidentes y fiscales generales de la Nación, también se puede decir que por sus pasillos camino un ‘profe’ empeñado en llevar un mensaje de respeto y honestidad a los jóvenes con los que compartio y que lo mantendrá por siempre en la historia de los casi 200 años que está por cumplir este ‘claustro ilustre’.