Les presentamos otro ángulo de las reflexiones que hay que realizar durante las festividades.
Basura en las calles
Desfiles, cabalgatas, la Feria Equina y las veladas de coronación dejan la ciudad tapizada con detritus que nadie recoge, o que tardan en hacerlo los empleados de Interaseo por el volumen tan grande de escombros.
Aumentan riñas y robos
Los tablados populares, en algunos casos y sectores, contribuyen a la generación de disputas entre los ciudadanos que celebran alicorados. Es también ‘tierra de oportunidades’ para ‘tomaseras’24 (intoxicación con escopolamina), carteristas o sujetos que vigilan casas y apartamentos solitarios.
Poca actividad laboral
En oficinas públicas se paralizan los servicios y no se encuentran funcionarios por más que se les busque. En el sector privado, también se registra la problemática, pero en menor medida.
Impuntualidad
Los desfiles y eventos públicos no arrancan nunca a la hora estipulada. Y si andan con normalidad, a las pocas cuadras se ‘parten’ y desordenan.
Coronaciones con trasnocho
¿Por qué arrancan tan tarde las veladas de elección y coronación? ¿No se pueden realizar a una hora más adecuada, de suerte que no terminen a la madrugada para cansancio de asistentes, reinas, parejos, vendedores y periodistas?
Congestionan los servicios de urgencias
No en vano la red hospitalaria es declarada en alerta durante las fiestas. Casos como lesiones con armas, cuchillos, picos de botella o simples golpes, registran un aumento exponencial. Lo mismo para intoxicaciones etílicas y con escopolamina.
Congestiones vehiculares
Desfiles, folcloritos y simples cerramientos de calles en los barrios (sin permiso), no permiten la sana movilidad de los autos, o la simple locomoción de las personas. El Centro de la ciudad, está perdiendo su atractivo, clientes y potencial empresarial, en detrimento de otras zonas más desarrolladas y agradables, como el sector de la Samaria.
Falta de parqueaderos
No solo el Centro, sino otras zonas de la ciudad, como Cádiz o Piedrapintada, adolecen de parqueaderos y los conductores dejan sus vehículos en cualquier lugar. ¿Qué pasó con la normativa del POT que obligaba a los constructores a acatar la compensación por parqueaderos?
Precios por las nubes
Hoteles, bares y diversos locales, suben sus precios en la temporada alta. Está bien que cobren, pero solo lo justo. En algunos bares de moda cobran la propina por adelantado, y uno solo se da cuenta al salir de allí y revisar la factura.
Ninguneo con los campesinos
Vestimos con orgullo el traje típico, pero despreciamos a los raizales al no adquirir sus productos en las plazas, o arrugar la cara cuando se nos acercan. Preferimos ir a lucirnos en las grandes superficies adquiriendo la comida que ni siquiera es comprada a los productores locales, sino a foráneos y desconocidos.
Falta de civismo
Algunos ciudadanos incomodan a otros, con el ruido en las chivas y autos, gritería, haciendo sus necesidades o arrojando basura en cualquier lugar. Hay que celebrar pero con moderación. Recordemos que nuestros derechos terminan donde comienzan los del resto del conglomerado.