uvas

No son las doce uvas, es su actitud la que mejorará su nuevo año

No es un cliché, no es la charlatanería de algunos motivadores que quieren hacer ver todo color rosa. Se trata de ciencia. Antes se creía que todo aquel que hablara de las energías era un supersticioso o un brujo. Hoy por hoy, gracias a la física cuántica entendemos que somos energía y que atraemos lo bueno o lo malo, muchas  veces como dijo El Chavo: “sin querer queriendo”.

La mayoría de los teólogos, exégetas y estudiosos de la ciencia bíblica han concluido que Dios (Yahvé) es una fuente inagotable de energía que creó el Universo de su propia sustancia. Todo cuanto existe es un conglomerado de partículas subatómicas con distintas formas para nuestro ojo y se conoce como materia. Sin embargo, la realidad es que somos más energía que cualquier otra cosa.

El acto de fe, del que habla la Biblia desde el Génesis hasta Apocalipsis, no es más que una buena disposición, pensamientos enfocados a esperar lo bueno aún la evidencia nos diga lo contrario. No todo sale como se espera, no obstante, hasta de lo más malo, quedan enseñanzas invaluables para la vida.

Es evidente que aquellos propósitos y metas se harán realidad en la medida que los pensamientos y deseos estén conectados con acciones asertivas. No hay que dejar las cosas a la suerte o a la ubicación de los planetas. Menos a los calzones amarillos o a llenar los bolsillos de lentejas y decenas de agüeros más.

Soy de los que pienso que las vidas perfectas en cuerpos y mentes imperfectas no existen. La vida con lo necesario y con una buena salud física y mental puede llegar a ser bella, pero nunca fácil.

Si usted pretende ser feliz pero envidia lo del prójimo en vez de ser motivación  para salir adelante, tiene al lado un freno de mano. Si no ha perdonado a sus padres, a sus exparejas, a quien lo robó o le hizo daño, también está en deuda con usted mismo. El rencor es un veneno que usted se toma esperando que le haga efecto al verdugo. Es cierto que perdonar requiere tiempo, pero que no se le vaya la vida. Nadie olvida las faltas, pero usted avanza cuando recuerda sin dolor, ni odio en su corazón.

En lo particular creo en un Ser Supremo y estoy seguro que es más que necesario conocer su naturaleza, para entender su propósito. Decían las abuelas en su sabiduría popular: “Con Dios es orando y con el mazo dando”. Estoy de acuerdo.

Su usted es de los que no le da cabida a un Creador, es respetable. Tranquilo ya no vive en el Medioevo. Eso sí, nunca olvide, que lo cuántico tiene mucha evidencia científica y usted tendrá que entender que quiera o no, lo que es su presente (sea bueno o malo) usted lo atrajo.

¡Feliz 2025 queridos lectores!

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Editor General.

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