A La Luz Pública – Noticias de Colombia La fuerza de la verdad
Así como lo leen en este titular, queridos paisanos. Al igual que una madre ama a todos sus hijos, tanto a los que se desviven por ella como a los que son ingratos y oportunistas. Por supuesto, que los primeros tienen mayor reconocimiento social, son para aplaudir, pero, los otros también hacen parte del rebaño.
A pesar que el equipo es un club profesional y tiene un dueño llamado Gabriel Camargo (máximo accionista) al llevar los colores Vinotinto y Oro y tener el rótulo de Tolima, representa a todos los nacidos en esta hermosa tierra. En efecto, recoge también a todos los simpatizantes en otras latitudes los cuales se sienten identificados con nuestro Bunde Tolimense.
Los verdaderos hinchas los “Tres mil de siempre”, dirán ¿Y entonces en dónde está nuestro valor agregado si siempre somos los que estamos en las buenas y en las malas con el equipo? Volvemos al símil del primer párrafo; está en el corazón de cada quién, en su consciencia, en su tranquilidad y la alegría que da el no ser un oportunista.
Se lee en las redes sociales de parte de algunos hinchas de siempre: “ahora esperamos que esos hinchas de radio no se aparezcan por el Estadio cuando no creyeron en el equipo”. En verdad ¿eso quieren? ¿Les gustaría ver un escenario vacío el jueves y de llegar a la final (es lo más probable) que el Murillo Toro, tuviera en ese último partido del semestre apenas a esos tres mil espectadores con la camiseta puesta?
Ahora se podrán dar cuenta que no es sensato y no debemos caer en la ira del fanatismo. Ese mal hijo oportunista, que casi no está pendiente de su mamá y que apareció para el Día de la Madre, hay que recibirlo porque para ella será una alegría verlo. No obstante, muy adentro esa mamá llamada Tolima sabe quién la ha querido siempre y ha estado en todo momento a su lado.
El fervor de San Juan y San Pedro, debe despertarse en todos los rincones de este departamento y rodear al Deportes Tolima en su objetivo de lograr la tan anhelada cuarta estrella. Esta oportunidad es quizás de oro puesto que el equipo cuenta con una nómina que podría ser de las mejores o por qué no la mejor de su historia (se puede discutir).
El valor agregado que se tiene en esta coyuntura es que el equipo lo dirige un hijo de esta tierra llamado Hernán Torres Oliveros, cuyo mayor sueño es poder levantar ese trofeo en Ibagué. Lo hizo en Bogotá frente a Millonarios en el semestre B de 2021, pero la estrella ha sido esquiva de local. Se perdieron las finales del Finalización 2006 y la última en el semestre B del año pasado. Esta si se da, sería la tercera final consecutiva. Se aclara que primero tendrá que ganarle a Envigado en la sexta fecha de los cuadrangulares.
Han sido tiempos de ensueño para los de Ibagué no solo por ser campeones y subcampeones en 2021 o de estar cerca de otra final. El conjunto de la Tierra Firme pasó con méritos a los octavos de final de la Copa Libertadores de América y se dio el lujo de derrotar a dos equipos brasileros en su propia cancha. Esto ilusiona si se tiene en cuenta que el próximo rival será el monumental Flamengo, campeón y subcampeón de las última ediciones del torneo.
Lo cierto es que este equipo que hace más de dos décadas peleaba por no irse al descenso y ni siquiera estaba entre los 10 mejores de Colombia; hoy por hoy se encuentra entre los 16 más grandes del continente. Esa alegría es innegable y llena de orgullo a toda una nación.
El tema de la asistencia masiva al Estadio tiene un componente más de fondo que de forma. De hecho este medio, escribió sobre el particular entregando algunos de los factores más importantes que incidían (en el siguiente enlace podrá leer la editorial Más allá del “Mineirazo” ¿qué le queda faltando al Tolima para ser grande? – A La Luz Pública – Noticias de Colombia (alaluzpublica.com)). A todos estos argumentos también hay que sumarle el factor económico.
Desde este medio de comunicación instamos a la prensa deportiva a que se unan a incentivar, a enamorar y a no atacar a los malos hinchas. El periodismo no solo debe informar, también su deber es educar y movilizar. Somos configuradores de la consciencia colectiva en muchos casos.
A los tolimenses que son buenos hinchas felicitaciones, y a los oportunistas les decimos también: bienvenidos. Aquí cabemos todos y todos queremos ver el Estadio lleno o si no pregúntenle a Hernán Torres y a sus dirigidos ¿Qué les gustaría?
Este es un Editorial A la luz Pública.
