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¿Qué podría pensar el Jesús bíblico de esta coyuntura política?

Siempre me he preguntado cuál será la Biblia que consultan algunos «cristianos» en esta coyuntura. Esa que les permite emitir juicios, ser clasistas, aborrecer al pobre, calumniar sin fundamento  y demás prácticas propias de los fariseos.

He sido creyente, no obstante, mi  consigna sigue siendo como la del científico inglés  Isaac Newton quien afirmó: «Creo en el Dios que hizo los Cielos y la Tierra y no en el que han hecho los hombres»Así que una cosa es vanagloriarse de ser cristiano y otra distinta serlo. Por sus frutos los conoceréis dijo el ungido de Dios.

A Gustavo Petro la «gente de bien» lo califica como ateo, perseguidor de la Iglesia y para algunos hasta anatema. Es curioso, que su discurso, su política, su ideario está encaminado a devolverles a los pobres su dignidad y eso es más cristiano que cualquier cosa. Es ahí donde reside el problema, porque a los altos jerarcas que tienen el contubernio con los gremios económicos y los políticos, este tipo de filosofía, los incomoda porque es una amenaza para sus privilegios.

El odio a Petro es una consecuencia de un juicioso trabajo hecho por el sistema al mejor estilo de la propaganda Nazi, que consiste en repetir mil veces las mismas cosas para que el pueblo feligrés (que generalmente no investiga) las termine aceptando como verdades. Estos personajes con extremo poder es lo más parecido al Sanedrín Judío que se alió con el imperio Romano para vituperarar, torturar y asesinar al mismo Jesús.

Algunos dirán me quiere decir que ¿Petro es el Mesías?, por supuesto que no, nada más lejos de la realidad. Está a años luz de ser un santo pero tampoco es el diablo que quieren vender sus enemigos. Me sorprende que con el odio que le tienen, con todo lo que le han esculcado, aún no hayan podido destruirlo moralmente. Eso es de admirar. Pero el candidato del Pacto Histórico no deja ser un político proclive a los errores humanos.

Es curioso que algunos mal llamados «cristianos» le reprochan su pasado guerrillero de hace más de 30 años. Esos serían lo que hubieran lapidado a María Magdalena en lugar de perdonarla. Si alguien que aduce creer en Dios y es incapaz de perdonar: ¿qué tipo de evangelio pregona? Hasta Saulo de Tarso (apóstol Pablo) persiguió cristianos y fue cómplice de la muerte de Esteban. No obstante, fue el escogido por Dios para llevar y expandir el cristianismo por varias latitudes. Si usted aborrece a su hermano bájese de la nube que usted no es de Cristo. Mejor recuerde esta parte de la oración insignia: «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden».

No hay un solo versículo en los cuatro evangelios que respalde los comportamientos clasistas, y que haga un llamado a los seguidores de Jesús a pasar por encima del prójimo en pro del progreso individual. Todo lo contrario tanto: Mateo, Marcos, Lucas y Juan hacen énfasis en la necesidad de perdonar, de ponerse en los zapatos del otro, de ayudar al que lo necesita y entender que él dinero no  asegura en absoluto la condición con Dios. El egoísmo es un mal que normalizamos en el siglo XXI.

Sigamos. Estos » cristianos» odian a Petro porque no defiende las «buenas costumbres» ¿Cuáles, me pregunto?  ¿Las de Rodolfo? Un tipo soez, chabacano, psicótico e investigado por corrupción (con suficientes pruebas), que sí es evidente que no respeta las creencias  y que se siente orgulloso de haber hecho su dinero explotando al prójimo. ¿Eso es sensato?

Leí hace unos años el libro » Mi lucha» de Hitler, de hecho fue toda una tortura necesaria. Devela la personalidad de un político populista, fanfarrón, cínico, neurótico, demagogo y dictador. Lo inverosímil es que todas estos adjetivos los veo más en Rodolfo que en Petro. Parece increíble pero el miedo a los sectarismos no está llevando indefectiblemente por ese camino.

De cuando acá nació un nuevo evangelio que ataca al menesteroso y es indiferente con el afligido. Aquí hay más de 20 millones de pobres y 7 millones de personas en la indigencia y si eso a usted no lo sensibiliza, debería avergonzarse de llamarse cristiano. Es absurdo pensar que toda la gente paupérrima  está así porque son vagos y no quieren trabajar. Hay excepciones y gente que labra su destino; pero el más alto porcentaje reside en falta de oportunidades de educación y de justicia social.

Por si no lo saben los gobiernos no funcionan como empresas privadas. Entre el Pueblo y el Estado existe un contrato (es prudente leer a  Rousseau) para que los primeros paguen impuestos con la contraprestación de protección, seguridad y oportunidades para todos. Si la riqueza que genera el trabajo queda solo en pocas manos el Estado es pobre y débil (la historia de Latinoamérica o África). Peor aún, si lo que produce una nación se lo roban sus propios gobernantes.

Bájese de la nube que usted no es rico porque tiene una camioneta, fue a Europa en plan mochilero o conoció Disney. Usted es un asalariado que no ha querido entender que si la brecha de pobreza sigue aumentando ni siquiera esos gusticos se los podrá dar más adelante.  O que cree, que el estallido social del año pasado no volverá a suceder y fue casual. Se nos viene una gran tribulación independiente de quién gane y tiene su origen en las grandes fallas de ese contrato social que les mencionaba.

Amigo lector, vote por el que quiera pero antes lo invito a que se ubique en su contexto. Una vez descubren a dónde pertenece; ejerza su derecho con total responsabilidad.  No sé si Petro hará un buen gobierno (adivino no soy), pero por lo menos tiene el beneficio de la duda. Con el otro ya sabemos y con argumentos de sobra que nos seguirá pasando. Ojalá no nos toque otros cuatro años en que recordemos al maestro Echandía y nos digamos por 48 meses más: “país de cafres”. 

Si usted dice ser cristiano, lo invito a volver a leer los evangelios, analice cómo actuaba Jesús, qué defendía y qué aborrecía. En la misma Biblia está la respuesta. Jamás olvidemos que la fe sin obras es muerta y que son mis actos (mis frutos) los que me definen. 

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Editor General.

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