La presencia de la ley y el orden ahuyentan al delincuente.
Es deprimente observar en lo que quedaron convertidos los espacios donde funcionaban los Centros de Atención Inmediata que tenía la Policía, en distintas zonas neurálgicas de la ciudad, y que por orden de un coronel de la Policía fueron desmontados hace ya unos siete años.
Quizá este sea uno de los pecados más notorios que haya cometido la Policía Metropolitana, desde su llegada en el año 2011, cuando entonces era otro el modelo de seguridad que imperaba en el país, sin tanto tecnicismo ni verborrea que a los infractores de la ley poco les interesa.
En la 42 con quinta existía el ‘CAI Piscinas’, y en las noches especialmente el fin de semana, era donde aguardaban los policías que se encargaban de preservar la seguridad en la desparecida y antigua ‘zona rosa’ de la capital musical, en ese entonces eran agentes en el rango de suboficiales.
Con un manido argumento mediocre, un coronel que tuvo como comandante la Policía Metropolitana mandó a desmontar la mayoría de estos espacios, sin embargo la comunidad de los alrededores del Estadio no lo permitió, ya que es una zona crítica en materia de seguridad, y con una recolecta de dinero lograron pintar y adecuar la edificación con tal de tener la presencia de los ‘verdes’. «No estamos para cuidar CAI´s, la Policía, es para estar en las calles«, decía ese innombrable oficial con anuencia y el silencio de la Alcaldía ‘Camino a la seguridad humana’.
En la zona céntrica fueron retirados el CAI Tía que estaba en la 13 con Tercera, el CAI de la 15 con Primera, igualmente el de la Plaza de la 21 que después funcionó con intermitencia y hoy está totalmente cerrado, le dieron paso a la delincuencia para que en las noches se tomara el parque Galarza, donde operó uno de estos CAI.
El CAI del barrio Topacio fue también desmontado, al igual que el del barrio Córdoba, Uribe Uribe, Ambalá (que hoy lo adecuaron y está arrendado a una droguería inexplicablemente).
Lo cierto es que los casos de inseguridad son bastante preocupantes, y es necesario que los ciudadanos exijamos la presencia permanente de los uniformados sobre todo en las zonas neurálgicas de la ciudad.
En la calle 11 con carrera Primera funcionó desde 1998 un vetusto CAI Móvil, el cual también fue recogido como sucedió con el del barrio Libertador.
Hace algunos meses el concejal Arturo Castillo exigió a la Policía Metropolitana que al menos volviera a funcionar el puesto de la Plaza la 21, dada que esta zona es considerada de alta inseguridad, y en las noches abunda el expendio y consumo de alucinógenos.
Por. Juan Felipe Solano V.