Luego de ‘quemarse’ en las elecciones del nueve de marzo, el senador liberal acortó la distancia con su más inmediato seguidor en la lista.
En el último boletín de la Registraduría, Santos Marín aparece con 41.636 votos, 35 menos que el último senador liberal, Guillermo Rivera, quien registra 41.661.
Luego de los escrutinios, a Santos le aparecieron votos de mesas en todo el país, y ha venido recortando la diferencia para repetir en el Legislativo, y lograr así la segunda curul a la Cámara Alta por el Tolima.
Pero analistas como José María Acevedo, columnista de la revista Semana han cuestionado ese repunte de algunos candidatos quemados. En su reflexión titulada Así se roban una curul, se ocupa del inesperado repunte de Guillermo Santos: «A Guillermo Rivera le van a robar su cupo en el Senado y aunque su caso no será el único en la historia reciente, duele ver cómo la democracia nacional está diseñada para que las elecciones no se ganen en las urnas sino en el Consejo Nacional Electoral.
Pero, por otro lado, la batalla de Rivera se ha desplazado al departamento del Tolima, en donde el candidato Guillermo Antonio Santos Marín ha visto crecer su votación de a ‘puchitos’, sospechosamente.
El candidato Santos ha pasado de 41,636 sufragios a 42,218, suficientes para alzarse con la curul que le corresponde al Partido Liberal y dejar por fuera a Guillermo Rivera.
¿Cómo se logra el milagro? Justamente con la técnica de los ‘puchitos’, que es tan simple como perversa.
Las incoherencias entre los formularios E-14, que se levantan por los jurados de votación y los cuadros de resultados que se expresan en los formularios E-24, son casi imperceptibles pero al final resultan determinantes para saber quién gana y quién se quema.
Así, por ejemplo, mientras en una mesa el candidato Guillermo Santos aparece sin votos en el E-14, al trasladarse el conteo al E-24, como por arte de magia, figura con 14 sufragios a su favor. En otras mesas la diferencia es mínima pero va sumando de poco en poco hasta lograr un resultado de más de 500 votos que serán decisivos a la hora de ver quién se queda con la curul«.
La expectativa crece en el Tolima, y en el ala jaramillista a la que pertenece Guillermo Santos, pues obtener la credencial supondría una victoria para el exsenador Mauricio Jaramillo, a quien todos ven con un liderazgo en franca decadencia en la región.