Ricardo Montaner
Imagen: Caracol Radio.

Ricardo Montaner un excelente cantante pero como analista político carece del Factor X

Ahora se ha vuelto muy común gracias a las redes sociales que los cantantes, actores, comediantes y hasta deportistas, entreguen sus puntos de vista sobre la política del país. Claro que tienen todo el derecho, como también lo tienen los que se incomodan o aplauden sus pronunciamientos.

Nosotros los columnistas sí que entendemos esto. Sabemos que nuestros lectores nos pueden aprobar o repudiar por algún comentario, no obstante, asumimos el riesgo con responsabilidad entendiendo que es la dinámica de una prensa libre, en donde pendemos de un hilo entre la apatía y la empatía de la opinión pública.

Es por eso que los buenos columnistas se preparan, leen sobre los temas a tratar, investigan, se documentan y al final entregan sus conclusiones escritas sobre un determinado contexto. Es igual,  a como lo hace un deportista, un artista, antes de entrar en acción, son horas de entrenamiento, disposición y responsabilidad hacia su público.

El problema radica cuando nos metemos sin preparación a abordar temas que desconocemos o de los cuales no estamos debidamente preparados. Imagínese si Egan Bernal intercambiara papeles con Ricardo Montaner; al primero le tocara cantar “La cima del cielo” en el Campín totalmente lleno y al segundo participar en el Tour de Francia. Cada lector imaginará el resultado.

Recuerdan la frase que expresaba el cantante Silvestre Dangond cuando presentaba en su momento a su acordeonero Juancho De la Espriella: “Bruto para el estudio pero inteligente para el acordeón”. Este ejemplo es un sensato símil de lo que suele pasar en algunos (aclaro, no en todos) que piensan que porque fueron exitosos en algunas áreas, consiguieron dinero gracias a ese talento, entonces se las saben todas y no es así. Una persona puede tener una voz hermosa y no saber algo tan elemental como sumar y restar.

Uno de los casos más grotescos de este tipo de situaciones está con la cantante Marbelle. Recuerdo que de adolescente me parecía que tenía una voz muy agradable, no me gustaba su música pero reconocía en ella un gran talento. Ahora con sus sonados escándalos, su voz pasó a un segundo plano para darle una mayor relevancia a su grosería, la cual avergüenza hasta al mismo uribismo que tanto defiende.

Párrafo aparte. Aclaro que los modales, la educación, los valores nada tienen que ver con la ideología política. Hagan un pequeño barrido por su familia, por sus amigos y conocidos y se darán cuenta que reconocerán educados simpatizantes tanto de Uribe como de Petro. Lamentablemente, también encontrará personajes irrespetuosos, extremistas y de malos modales en ambos bandos. Si usted no admite esto independiente de sus simpatías, es porque quizás haga parte de estos últimos.

Retomando el tema de Ricardo Montaner, y su pelea con la hija de la excongresista prófuga en Venezuela Aida Merlano, hay algunas cosas por decir. La primera es que Montaner, desde la comodidad de su dinero, lujosa vida en el extranjero, no le queda muy bien ponerse a hablar de la situación política y de la pobreza en Colombia.

Hasta donde sé, al cantautor venezolano no se le conocen libros, estudios, ni siquiera columnas de opinión que le otorguen argumentos de autoridad para emitir juicios de realidades tan complejas. Como ciudadano puede mostrar sus simpatías pero en el momento de hacer proselitismo debería saber que va a tener contradictores que sí conocen bastante de esos temas.

La influencer Aida Victoria Merlano (hija de Aida) expresó lo siguiente en su cuenta de Twitter sobre las opiniones políticas del famoso cantante: “Una cosa es convencer con argumentos y otras es manipular a través del miedo. Uno no puede hablar de un territorio que desconoce”. Montaner les respondió: “Yo no tengo intereses políticos como la señora de pelo negro que me insulta para lograr un resultado como este, viralizar a mi costa un video viejo”. 

A Ricardo Montaner le digo que lo admiro y valoro profundamente como cantante. De igual manera, no veo ningún irrespeto por parte de Merlano, solo le pide que no hable de lo que no conoce. Curiosamente, a pesar que la hija de la excongresista no es de mi admiración, si tiene mucho de razón en sus palabras. Es elemental, si Montaner no sabe quién es (la señora de pelo negro) es el soporte inequívoco de su desconocimiento de la política colombiana. Dicen por ahí que: “el pez muere por la boca”. 

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Editor General.

Deja tu comentario

Le podría interesar

Adriana

Gobernadora Matiz sigue sus recorridos por la geografía tolimense

El kilómetro nueve de la vía Prado – Dolores se convirtió en la visita número …