Así lo denunció el concejal Humberto Quintero, quien pidió la intervención de la Secretaría de Gobierno y Espacio Público.
“Ha habido aumento de bares de manera desbordada”, dijo Quintero.
“Los comerciantes se tomaron la avenida Ambalá, la tienen asfixiada de bares, heladerías, almacenes y ventas de licor”, señaló y agregó que “hay ruido excesivo y conductores ebrios a toda hora”.
“Es una situación difícil y no vemos presencia de la administración municipal”, aseguró el concejal.
Quintero agregó que empezaron tres bares y en la actualidad funcionan siete y como si fuera poco, los conductores estacionan los vehículos invadiendo el espacio público, las zonas verdes y permanecen en el sector hasta el amanecer.
“Esto no es compatible puesto que no hay quien controle el sector y hablamos de una zona residencial”, dijo.
Asimismo, explicó que existen muchas denuncias por estos hechos de residentes del sector que tienen que soportar volúmenes altos, por lo que pasan la noche en vela e incluso algunos han manifestado estar afectados en su salud por estos abusos.
Pidió a la secretaría de Tránsito hacer brigadas y pruebas de alcoholemia.