A pocos minutos del centro de la ciudad se pueden apreciar pájaros y nacederos de agua.
La caminata inicia desde la clínica de Calambeo hasta la parte alta donde termina la carretera asfaltada y se emplea para ello menos de media hora.
De allí, usted encuentra nacederos de agua, árboles, vegetación abundante, varias especies de aves, y hasta cangrejos de agua dulce. Y lo mejor, respirar aire puro.
A una hora de camino se sale al Mirador de Ambalá, justo donde comenzaron a construir unos apartamentos en este ‘pulmón’ de la ciudad, y lo que debería replantearse por parte de las autoridades municipales y las Curadurías, a fin de preservar la naturaleza de esta zona.
Se puede emprender el regreso por la misma vía o tomar el transporte público que lo hará retornar hacia el centro de la capital tolimense.
Una opinión
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