Apagar ‘incendios’ es la misión que tiene el ingeniero Jaime Augusto Moreno, al asumir como gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Tolima.
Tomó posesión ante el gobernador Luis Carlos Delgado y su tarea no es nada fácil pues la entidad tiene encima denuncias de corrupción y detrimento patrimonial por más de 10.000 millones de pesos, según denuncias de la Contraloría Departamental.
La empresa tiene el 90 por ciento de sus obras atrasadas pero lo que llama la atención es que dichos trabajos ya han sido pagados a los contratistas y tras las pistas de esos casos de corrupción están la Contraloría y la Fiscalía.
Moreno reemplaza en el cargo a Ancízar Carrillo, que renunció por problemas de salud acarreados al parecer por la difícil situación económica de esa empresa que tiene como función darle agua pura a cerca de un millón 500 habitantes del Tolima.
También fue gerente de la cuestionada empresa Francisco Montoya, actual secretario de Desarrollo Agropecuario de la Alcaldía de Ibagué.
“La Edat es un barril sin fondo donde los recursos de agua desaparecen”, dijo un ciudadano.
Aunque Carrillo no ha hablado ni ha dado la cara desde hace dos meses, amigos y cercanos al exfuncionario señalaron que padece diversas enfermedades que obligaron su retiro de la Edat, pero el diputado Vladimir Espín aseguró que “A Carrillo lo tiene la Edat en la clínica de Los Remansos”.
Espín también denunció un retraso del 90 por ciento en las obras de acueductos de al menos 15 municipios.
“Esas son las obras que tanto ha cacareado el Gobernador en su gobierno”, dijo, y denunció que los casos de corrupción de la Edat “son diabólicos”.