Politiquería, roscas, favoritismos y mal manejo de los recursos, campean en la entidad.
Toda una novela se escenifica en torno a la elección de director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, desde hace varios meses. Pese a que una entidad tan seria como el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) entregó la terna de candidatos para suceder a Brian Bulla, nada que sale humo blanco en la entidad.
Y es que se pagaron más de 65 millones de pesos por la escogencia de las hojas de vida, y a la Cámara de Comercio no le satisfizo la escogencia y ahora pretenden que se amplíe la convocatoria con más candidatos con el único propósito de camuflar a uno o varios aspirantes que le garanticen a los directivos seguir controlando el presupuesto, pagando favores y perpetuando el nepotismo que pulula en la Cámara desde hace varios periodos.
Prácticamente le han metido la mano al bolsillo a los empresarios que pagan sus cuotas de afiliación o la renovación de sus empresas y establecimientos de comercio, año tras año. Entre las victimas, la SAS que gestiona la operación comercial de este medio de información.
Sumado a ello, se sabe que el exdirector Brian Bulla, que salió de la Cámara en diciembre de 2023, sigue manejando tras bambalinas los hilos de la entidad gremial, y quiere poner sucesor que le garantice lo antes descrito.
Otro nombre que suena con insistencia en la manipulación del proceso de elección, y desde hace varios años en los presupuestos de la Cámara y en otras entidades como Comfenalco: Andrés Sierra, quien pareciera que se dedicara más a maquinar y tener injerencia en los gremios, que a sus propios asuntos comerciales.
La tapa: el exalcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, impulsa a uno de los candidatos que arrojó el proceso de elección de CESA, lo que terminaría de viciar y arrojar sombras sobre la designación de un director de la Cámara que debe trabajar por los intereses de los empresarios de la región, como primera medida.
Tristemente y desde hace varios años la Cámara de Comercio, no representa los valores de los empresarios ibaguereños y tolimenses. O sí, sí los representa: representa los anti valores del manzanillismo, la rosca, la politiquería, la avaricia, el cangrejismo, el canibalismo que están enquistados en el ADN de muchos en la región y que han permitido el atraso en todos sus niveles en el Tolima, sin que asomen líderes o visionarios que puedan romper con todos esos nefastos esquemas.
En la Cámara de Comercio no pasa nada en la actualidad y no pasará nada en el futuro inmediato. Oportuna en esta reflexión, la frase de Julio Iglesias en una de sus canciones: “tropecé de nuevo con la misma piedra”.
*Este es un editorial del director de A la luz Pública.