¿Cuántos votos son necesarios para ser concejal de Ibagué?

Seguro aparecerán varios magos electorales a dar sus cifras: mil quinientos, dos mil, tres mil, etc. Otros más analíticos dirán que depende del partido político. Si es grande necesitará más votos, si es una lista pequeña, podrá llegar con menos. Todo lo anterior son conjeturas que tienen muchas variables porque es un secreto a voces que la política es dinámica.

Lo primero es tratar de responder ¿Qué es una lista fuerte?: ¿Será un  partido tradicional? ¿Un partido de gobierno? ¿Uno en donde estén inscritos nombres con reconocimiento y experiencia?

Un partido tradicional, por ejemplo es el Liberal. En 2007 la colectividad sacó en su lista al Concejo más de 34 mil votos con derecho a cinco curules. En 2011 obtuvo cerca de 28 mil votos y cuatro escaños. En 2015  la lista roja llegó a los 25 mil 575 y sumó tres cupos.  En la actualidad el P.L sostuvo una curul con Javier Mora y su lista llegó a los 11 mil votos.

En el caso del Partido Conservador,  en 2008 sumó dos curules. En 2011 siguió la línea con Carlos Portela y Jorge Bolívar. En 2015 ambos repitieron pero subieron considerablemente sus votaciones. Portela pasó de mil 932 votos a 3 mil 151 y Bolívar de mil 723 a 4 mil 246 que es quizás la mayor votación en la historia de la Corporación.

En el actual periodo las curules azules las ostentan Brayam Escandón por la ‘Casa Barreto’ y Arturo Castillo por el movimiento de José Elver Hernández cabeza del otrora ‘Gomezgallismo’.  Los azules se han podido sostener gracias a su dominio en la rama ejecutiva a nivel departamental mientras los rojos evidencian la ausencia de poder.

Sin embargo, no es tan sencillo como tener el respaldo y la amistad con los gamonales. Por poner un ejemplo, Ignacio Arias del Partido Conservador y amigo del “Barretismo” se quemó con más de 2 mil 200 votos. Curiosamente en un partido pequeño como el ADA que sacó un poco más de siete mil votos, Lisandro Trujillo logró curul con 700 votos.

Tampoco la regla es infalible con los partidos pequeños. Por ejemplo en el Partido GSC Juntos por Ibagué (lista alterna liberal) el exconcejal Oswaldo Rubio perdió su curul al quedar segundo en la lista con más de mil 800 votos. La única credencial quedó en manos de Miguel Bermúdez, quien es cercano al líder liberal Camilo Delgado.

Cambio Radical tiene dos curules en la actualidad la de César Franco y la del actual presidente del Concejo, Ferney Varón. A ambos se les ve trabajando como hormigas. En 2015 la colectividad obtuvo dos credenciales con Humberto Quintero y Víctor Hugo Gracia. En 2011 llegaron a tener tres. Seguramente la lista podrá retener sus dos escaños para la nueva composición. También el Hurtadismo posiblemente tendrá candidato en esa lista.

El Partido de la U se unió en 2019 con el MIRA y lograron dos curules la de Camilo Tavera y Martha Cecilia Ruiz. Con la renuncia de Rubén Darío Correa, quien llegó por el estatuto de oposición, se abrió un tercer cupo para Pedro Mora. Cabe resaltar, que el partido de la U llegó a poner en su lista cuatro concejales en 2011. En ese tiempo eran partido de gobierno.

Bajo esta premisa algunos hacen cálculos de que el Pacto Histórico sumará varias curules en 2023. Somos de los que pensamos que no será determinante ni mayoría en el nuevo Cabildo. Petro, por un lado suma pero, por el otro resta.  Obviamente, sin olvidar que el Ministro de Salud Guillermo Alfonso Jaramillo puede ayudar a empujar el carro desde Bogotá, con recursos y contratos.

Creemos que el Centro Democrático la tiene difícil para sostener las dos curules ganadas en 2019. Los votos al logo del C.D en 2019 fueron 2 mil 367,  mientras que Ricardo Zarta y Eduardo Toro no sumaron mil 500 cada uno. La fuerza que ha perdido el uribismo hace que penda de un hilo una de sus credenciales.

El Partido Alianza Verde ha sumado de a dos curules en los últimos dos periodos con Linda Perdomo y William Rosas. Cabe aclarar que Perdomo llegó en 2011 con los verdes como su único escaño y en 2008 tuvo su primer periodo como concejala a través del Polo Democrático. Rosas, también ajusta cuatro periodos en la Corporación.

Lo cierto es que hay partidos pequeños que llegan y ganan curul. El mayor riesgo de éstos es no lograr el umbral ni la cifra repartidora para obtenerla. En 2019 por el ASI llegó Orlando Rodríguez con mil votos. A la mayoría de candidatos de listas alternas no les alcanza.

En definitiva es una tarea muy compleja ocupar una de las 19 curules en el Concejo de Ibagué. Por ejemplo en 2019 se llegó a la asombrosa cifra de 371 aspirantes mientras que en 2015 fueron 259. Casi que por más que ajenos  sean los ibaguereños a la política es muy probable que tengan un familiar, un amigo o un vecino que aspire a llegar al Cabildo Municipal.

Llama la atención en este análisis el aumento considerable del voto en blanco. Mientras en 2007 fueron 12 mil 803 (8 por ciento), en 2011, 12 mil 545 (7. 31 por ciento), en 2015, 16 mil 450 (9 por ciento); en 2019 dio un salto a 25 mil 269 inconformes (12 por ciento). Son casi 9 mil votos más que en 2015 y el doble de los otros dos periodos.

Una lista fuerte al Concejo de Ibagué, es aquella que no se confía de apoyos con renombre y se les ve a todos trabajando sin descanso.  La mejor estrategia es cumplirle a la gente, ser agradecido y jamás olvidar que el poder es efímero.

Es bueno no confiarse de algunos presidentes de JAC (no son todos pero, si varios) que les hacen reuniones grandes a los aspirantes pero, su lealtad siempre está tambaleando al mejor postor. Hay líderes que suman sin hacer mucha alharaca.

El mejor consejo a los que quieren Concejo, es la humildad que hace verdaderos sabios. Alguna vez le dije a  un obnubilado concejal del periodo en que fue alcalde Rubén Darío Rodríguez, que era un pelmazo con poder y que cuando se le acabara el periodo, quedaría solo el pelmazo. El tiempo nos dio la razón.

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy.

Editor General.