Al oído de los organismos de control.
Cinco licitaciones (o invitaciones) por más de 12 mil millones de pesos, acaba de sacar el Ibal, empresa ibaguereña de acueducto y alcantarillado, para la rehabilitación, recuperación y reposición a las redes de acueducto y alcantarillado, de Ibagué.
Si bien, la empresa se rige por un régimen especial sorprenden los requisitos de experiencia general, que exigen en el pliego, ya que todo el personal debe tener especializaciones. Las observaciones allegadas a la empresa solicitan se rijan por la norma RAS-2017, que contempla la experiencia relacionada con el objeto.
Los ingenieros ibaguereños calificaron las exigencias del pliego como desproporcionadas, desde el director de obra, topógrafos, personal SISO (Seguridad y Salud) debe acreditar postgrados.
Explican que este requisito rompe la transparencia, objetividad y pluralidad de oferentes, principios básicos de la contratación estatal.