El movimiento de Mauricio Jaramillo aún conserva cuotas de poder.
A pesar de no alcanzar la Gobernación del Tolima por nominación propia, se podría afirmar que el grupo de Mauricio Jaramillo Martínez está lejos de desaparecer.
En las elecciones del domingo 25, sacaron cuatro diputados con la votación más alta: más de 92 mil votos. Al igual que al Concejo de Ibagué, donde eligieron tres cabildantes por encima de los 82 mil sufragios, la votación más abultada de la capital tolimense.
Y aunque perdió una alcaldía de las diez que tuvo en el presente periodo, aún cuenta con nueve plazas, eso sin contar las otras tres que ganó mediante alianza con diferentes colectividades.
Alcaldías ‘rojas’ para el período 2016 – 2019 serán las de: Natagaima, Chaparral, Villarrica, Carmen de Apicalá, Alvarado, Piedras, Venadillo, Armero – Guayabal, y Falan.
El jaramillismo cuenta además con fichas en Cortolima y la Universidad del Tolima, donde controla amplias cuotas y burocracia, con lo que amigos y simpatizantes del grupo, seguramente serán tenidos en cuenta para engrosar la lista de asesores y contratistas.
Hay que tener en cuenta que Mauricio Jaramillo tendrá representación en la Alcaldía de Ibagué, luego que su hermano lograra la victoria, en buena medida, por el cambio de bando de las bases liberales, que dejaron solo a Rubén Darío Rodríguez, yéndose hacia el candidato del Mais.
Así las cosas, el jaramillismo seguirá presente en el Tolima, y en su capital, y seguramente será una piedra en el zapato para sus contradictores. En especial con el gobernador electo Óscar Barreto, de quien el jefe liberal no acepta ni siquiera que lo venció en las urnas el pasado 25 de octubre.