Antes de comenzar debo decir que, con lo que escribo a continuación no pretendo burlarme o atacar a nadie. Por esta razón, ofrezco disculpas si en el símil que intento hacer, ofendo a alguien; en verdad no es mi intención, simplemente es mi admiración por todos esos seres humanos que han luchado por encontrar un lugar en el mundo, lo que me lleva a escribir lo que escribo en la siguiente columna. En este orden de ideas mi estimado lector o lectora, agradezco su valiosa comprensión.
Don Lucho Vélez lo ha vuelto a hacer y decir que da vergüenza es redundar en el asunto, porque, ya ni siquiera eso produce este dizque “periodista, periodista”. Ya no da rabia tampoco lo que hacen y dicen personajes como la señora de Gnecco y su combo de las estrellas.
Digamos entonces que, en este punto, en donde hemos visto y escuchado de todo y, cuando escribo de todo es de todo lo peor que se haya podido ver y escuchar de parte de estos sicarios del micrófono y las cámaras de donde ni siquiera se salvan los Coronell o las Duzán, pues, llegamos a un momento en donde debemos brindarles una solución, un apoyo para que puedan salir del closet ultraderechista que los mantiene atrapados.
Así es, debemos ayudar a estos medios sicarios de la desinformación para que se quiten de una vez por todas sus máscaras de supuesta neutralidad y de profesionales de la información y se acepten de una vez por todas como son: simplemente emisarios de los empresarios con poder y de los corruptos de la ultraderecha.
Creo que no necesito describir lo que hacen en sus medios sujetos con Vélez, porque, todo está en las redes; sin embargo, con lo último que ha hecho y la manera tan aberrante como atacó al expresidente Correa, no nos queda de otra que ayudar a esta gente para que admitan que son opinadores y no periodistas.
No es un secreto que cuando una persona no se acepta como es, sufre un verdadero infierno y aquí hay muchos seres humanos, hombre y mujeres por igual, que nos podrían ayudar a darles
una clase de ética, de principios y de aceptación a estos hombres y mujeres atrapados en una condición que no es la suya. Nos podrían ayudar para que esta gente entienda que no tienen por qué negarse la valiosa oportunidad de aceptarse como son.
Por esto y más, les invito a salir de ese closet, estoy seguro que cuando todos esos mal llamados medios de comunicación y su gente, logren reconocer que son (gente de derecha o ultraderecha que pelea por sus intereses personales y las de sus patrones) podrán dejar de hacerle tanto daño al país y su gente como lo hacen hoy por hoy.
Creo firmemente, que cuando estos personajes lo hagan, podremos avanzar hacía un cambio en donde los colombianos entiendan que ellos pertenecen a un bando, que les pagan para eso y que su información no es neutral. Creo firmemente que cuando eso pase seremos un poco más civilizados y entenderemos que está bien sentir y pensar de manera diferente a los demás, porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!
Por: Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa, escritor.