En este lugar no hay sacerdote, amigos, flores, ni oraciones…
Estos muertos sin doliente, llamados NN yacen en el Cementerio San Bonifacio, panteón que ha albergado por décadas a hombres y mujeres que mueren sin ser reclamados.
En las cruces o bóvedas con lápidas blancas, solo se halla un registro numérico que permita encontrar sus restos humanos, por si en algún momento, uno de los familiares de estos difuntos rompe el anonimato de su sepulcro.
[tribulant_slideshow gallery_id=»71″]
Deja tu comentario