Esmad
Imagen de referencia.

No más Esmad

Cuenta la historia, las leyes, decretos y hasta las dedicatorias, que por allá por 1999 durante el espantoso gobierno de Andrés Pastrana recordado, no solo por su pésima gestión, sino también por aparecer en una lista negra de trata de menores de edad del proxeneta Jeffrey Epstein quien fuera encontrado muerto en su celda al parecer por suicidio, que mediante un decretito pillo crearon el sanguinario y asesino Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

Sí, Pastrana, no solo jodió al país por su aparente torpeza, sino que le dejó un legado al país que a la fecha ha cobrado bastantes vidas mediante sus técnicas abusivas, destructivas y hasta delictivas como lo han podido captar cientos de cámaras cuando los colombianos han salido a marchar.

Pero, es escuadrón de la muerte tuvo su graduación durante el gobierno aberrado de Iván Duque, ya que dejó salir todo su potencial asesino y demostró de lo que capaz.

Así es, el dichoso Esmad no solo tiene la potestad de lesionar, violar, desaparecer, desfigurar a quien quiera sino, además, pueden asesinar sin que nadie se atreva a ponerles un dedo encima.

El asunto es tan alarmante que  la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han solicitado una rápida y profunda transformación del escuadrón de la muerte Esmad. No obstante, los colombianos exigen que se desmantele en su totalidad a este grupo de uniformados que son el caos dentro del caos que se puede llegar a producir dentro de una marcha pacífica.

Y es que no es un secreto que el Esmad es utilizado, literalmente, como perros de reserva que salen a acabar con quien sea que sus patrones les manden a eliminar.

Ahora, están proponiendo cambiar al Esmad y darle otra cara, otro dinámica, pero, los colombianos no están de acuerdo; de hecho, ha sido tanto el abuso de este grupo infernal que la gente comienza a exigirle al presidente Gustavo Petro que cumpla con el desmonte del mismo.

Colombia no cree en esta fuerza que, desde su misma creación, perdió su norte y ahora, no hay diferencia entre un grupo delincuencial y esta unidad que se suponía protegería a los colombianos.

Si bien es cierto, la gente que hace vandalismo ataca indiscriminadamente al Esmad, también es cierto que las armas y el entrenamiento que tienen los oficiales sobrepasan a cualquier ciudadano. Además, se ha podido ver cómo golpean a mujeres, niños, indígenas, periodistas y al que menos tiene que ver dentro del desmán.

En este orden de ideas, el presidente Gustavo Petro tiene otra misión bien importante, y los ojos de los colombianos y, sobre todo, de quienes votamos por él, estarán fijos en la dedición que tome, sobre todo, si no llega a cumplir lo que prometió: desmontar al grupo de la muerte Esmad.

Por: Luis Carlos Rojas García, escritor.

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