Luis Carlos Rojas Garcia
Imagen: suministrada.

¿Para cuándo el sentido de pertenencia?

Siempre he dicho que uno de los grandes problemas que tenemos en nuestra amada Colombia tiene que ver con la falta de sentido de pertenencia de la gente. Bueno, tengo que agregar también, que hay una enorme ignorancia que nada tiene que ver con no saber leer, sumar o escribir.

Siempre he dicho también, que la falta de sentido de pertenencia le causa un daño enorme al país puesto que permite a las mal llamadas “familias de bien”, robarse hasta el nido de la perra, como decía la abuela, y cometer todo tipo de atrocidades que, no se les presta la atención debida, ya que, por un lado, la gente ha normalizado todo lo que no debería normalizar y por el otro lado, cientos de colombianos y colombianas, están más pendiente del reality show del momento, que de las cosas que pasan con su tierra.

Aclaro, no son todos los colombianos. Aclaro, no son todas las colombianas.

Ahora bien, este tema de tener sentido de pertenencia es tan fundamental, desde donde yo lo veo, que, al no tenerlo, se evidencia en cualquier parte del mundo, por ejemplo:

Por estas tierras a las que muchos denominan como el paraíso, la tierra prometida, el edén y todas esas frases que van relacionadas con algo que exageradamente llaman la mejor calidad de vida del universo entero, no es raro escuchar a la gente, sobre todo de Colombia, despotricar del país o decir cosas como que no quieren volver a saber nada del mismo.

Tampoco es raro ver que esa gente que actúa con tanta displicencia con su propio país, hacer lo mismo con este lugar que les abrió las puertas de par en par y les brindó la maravillosa oportunidad de gastarse hasta lo que no traían con tal del alcanzar el gran sueño que ahora se les ha convertido en algo más físico.

Claro, una persona que no tiene sentido de pertenencia por su país, no va a tener sentido de pertenencia por un país extranjero. Entonces, ahí es donde el Cristo comienza a padecer, porque, tanto aquí como allá, se necesita, además del sentido en mención, un pensamiento crítico que permita no tragar entero con asuntos como que (por culpa de los inmigrantes hay escases de vivienda, tasas de interés altas, reducción del empleo, altos índices de suicidios en jóvenes y hasta escases de comida en centro comunitarios).

Sin contar otras arandelas que van apareciendo o que simplemente llevan mucho tiempo y nada que las arreglan como el robo masivo de vehículos que conlleva a tener que pagar seguros muy altos y que, tarde o temprano, le echarán la culpa al conejillo que genere más votos en las elecciones.

Entonces, recuerdo las palabras del maestro Garzón cuando decía que si los colombianos, en especial los jóvenes, no tomaban las riendas de su propio país, nadie vendría a salvarlos. Y aquí, en este remanso de paz en donde supuestamente no pasa nada, es necesario tener sentido de pertenencia y de qué manera. lamentablemente, muchos inmigrantes sólo esperan que papá gobierno lo solucione todo y a su manera, lo importante para estas personas es seguir recibiendo dólares y punto.

Como sea, y aunque parezca redundante, no está demás preguntar a unos y otros: ¿Para cuándo el sentido de pertenencia?

Mire amigo o amiga mía, se la voy a poner clara, sea aquí, allá o más allá, si usted quiere que las cosas mejoren, sí o sí, necesita apropiarse del asunto en cuestión, investigar, preguntar, comparar, mirar, revisar; necesita dejar de tragar entero; necesita, sin lugar a dudas, dejar de pensar que otros lo van a hacer por usted o que eso realmente no es su problema, porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!

Por: Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa, escritor.

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