Luego de un proceso electoral como el que acaba de terminar en la elección de las personas que representarán al Tolima en el Congreso de la República, creo yo que muchas reflexiones quedan para hacerse por parte de los partidos y movimientos políticos, pero sobre todo de la comunidad en General.
Quedó demostrado que los colombianos insisten en manifestar su inconformismo por sus grandes deficiencias en salud, educación, movilidad, empleo, entre otras, a través del abstencionismo, como lo hicieron los habitantes de Tierra Bomba, Bolívar; pero sería bueno hacer un alto en el camino y pensar si dejar de ejercer nuestro derecho a votar ha cambiado en algo la composición política del Congreso y la renovación del mismo, la respuesta es ¡NO!, porque nuestro país no contempla dentro de su sistema electoral la posibilidad de que si la abstención supera el 50 por ciento de las personas aptas para votar estas se deban suspender o los partidos inscritos en el proceso deban cambiar la totalidad de su lista o mejor aún que estos no puedan participar y dar la posibilidad a las minorías de tener una verdadera participación.
Queridos tolimenses, en nuestra democracia, es necesario ejercer el derecho al voto, entre más personas acudan a las urnas, más alto tendrá que ser el umbral, cifra repartidora y demás, lo que haría también que si no están de acuerdo con los mismos de siempre, elijan nuevas figuras, porque indiscutiblemente si hay con quien, todas las listas tenían personas diferentes, nuevas, algunos con buenas ideas, con ganas de algo más que un buen sueldo en el Congreso, pero es común escuchar en la calle decir, “lástima que pepito no vaya a llegar” y si no acuden a votar, no llegan.
Los señores caciques, líderes o como gusten llamarse, Mauricio Jaramillo, Guillermo Alfonso Jaramillo, Rubén Darío Rodríguez, Emilio Martínez Rosales y el mismo Carlos García, a pesar de la elección de su hijo con una muy pobre votación, el pueblo tolimense les está diciendo que se cansó, que ya no los quieren más aquí, que deben comenzar a trabajar de verdad por esta región, que reclaman calidad de vida y las personas que ustedes buscan poner como sus representantes en el Senado y la Cámara de Representantes no recibieron el apoyo por ser ellos, sino por ser ustedes en cuerpo ajeno, así que piensen muy bien a quienes le van a dar la posibilidad en las elecciones de Concejo y Asamblea del Tolima porque no va ser tarea fácil.
En cuanto al Centro Democrático, hay que decir que sin detenerme a decir si es un liderazgo positivo o no para Colombia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez sigue siendo un gran líder en el departamento del Tolima consiguiendo el mayor número de votos a favor de su lista cerrada para el Senado en un partido naciente, con un total de 82.360, sacando una considerable ventaja a los tradicionales partidos Conservador y Liberal, que obtuvieron 67.956 y 63.448 votos respectivamente, sin lograr sacar electos senadores tolimenses pero sí contribuyendo a elegir cuatro de otras regiones, (lo que nos debe poner a pensar) sin mencionar que debilita notoriamente al partido de la U que solo logra 52.189 votos, lo que lleva a pensar que el presidente Juan Manuel Santos tendrá que conquistar una verdadera Unidad Nacional con estos dos partidos si quiere vencer al candidato del Centro Democrático en el Tolima, que se pensaría sería el virtual ganador en las elecciones presidenciales. Esto si Uribe Vélez consigue que los votos de su lista sean los mismos para su candidato Oscar Iván Zuluaga, aunque yo no creo porque su lista para la Cámara de Representantes tuvo una muy pobre votación, porque a diferencia de lo que le escuché decir a un periodista de una emisora local, no existen «quemadas decorosas«.
Por último, me resta decir que felicito a los tolimenses que decidieron no reelegir a representantes como Hernando Cárdenas Cardozo a quien en cuatro años no le escuche nada de nada; a Alfredo Bocanegra que llegó con votos prestados y en esta no se los quisieron endosar; a Rubén Darío Rodríguez Góngora que podríamos decir que por fin el Tolima le pasó cuenta de cobro por obras como la Avenida Fantasma; a Emilio Martínez Rosales que pasó de tener la mejor votación hace cuatro años a una dura quemada en estas elecciones para la Cámara a pesar de tener 14 alcaldías en su movimiento, aunque su hermana llegara al Senado.
Y como posdata, espero que personajes como Jorge Eduardo Casabianca y Hernando Álvarez Urueña, Héctor Hernando Hincapié Carvajal, tengan un poco de compromiso con su partido y entiendan que si alguna vez tuvieron fuerza política esa se perdió hace mucho rato y ya deben dejar de ocupar renglones de listas, de todas las elecciones, que solo restan posibilidades a nuevos liderazgos en los diferentes partidos.