Los medios virtuales comienzan a usarse como herramienta de competencia desleal.
Los políticos entendieron que el uso de las redes sociales y medios virtuales son el vehículo idóneo que necesitan para cautivar a los electores, mucho más que los medios tradicionales o análogos.
Hoy, es raro encontrar a un político que no tenga Twitter, Facebook o que desde WhatsApp no esté informando sobre sus propuestas, promesas y hasta virtudes, sean ciertas o no.
Pero A la luz Pública conoció que en el caso del candidato a la Gobernación del Tolima, Jorge Tulio Rodríguez, las redes sociales le jugaron una mala pasada.
“Yo ‘subía’ confiado las fotos y videos de las reuniones al Facebook, que hacíamos en Ibagué y los municipios, pero comenzaron de otras campañas a llamar a los líderes, diciéndoles ‘vengase para acá, que le va mejor’. No volví a hacer eso”, comentó el dirigente.
Incluso el exalcalde de Ibagué dijo que “yo también me puse a mirar unas fotos en otros perfiles y descubrí líderes míos en otras campañas”.
En otras ocasiones se usan los medios virtuales para lanzar panfletos, falsos rumores, o criticar con saña a los oponentes. La mayoría de las veces, nadie da la cara y se esconden tras el anonimato.
Este podría ser un campanazo de alerta acerca de la información social y personal que se comparte en las redes y que podría generar más perjuicios que beneficios a la hora de sacar los balances del trabajo digital y de imagen que emprenden los dirigentes políticos.