La pequeña falleció a consecuencia de múltiples lesiones.
Una niña de tres años que presentaba signos de tortura y de violencia sexual, murió en la tarde de este sábado cuando recibía atención en el Hospital Federico Lleras, de Ibagué.
«Presentaba trauma cráneo encefálico severo, heridas múltiples en pecho y tórax, así como cicatrices antiguas en ambas piernas producidas por arma blanca», afirmó el coronel Jorge Morales, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué y agregó que también presentaba amputación del dedo anular izquierdo, desnutrición avanzada y signos de violencia sexual.
Además, se estableció que la pequeña presentaba amputación de la punta del dedo anular izquierdo, un brazo fracturado y evidencias de abuso sexual, tanto vaginal como por vía anal.
«Nuestra institución dispuso de todo el personal idóneo y herramientas tecnológicas para esclarecer el hecho y capturar a los responsables», dijo el coronel.
El personero de Armero, Fabián Barrero, señaló que, por decisión de la Comisaría de Familia, la menor estaba al cuidado de sus padrinos que residen en la vereda La Joya.
«Su madrina la trajo el viernes en la mañana al Hospital y manifestó que se había caído, pero por su crítica condición de salud fue remitida a Ibagúe», dijo el personero y aseguró que, por ahora, se desconocen las causas de sus heridas y golpes.
El alcalde de Armero- Guayabal, Carlos Escobar, señaló que la Policía está al frente de la investigación para determinar qué sucedió en este deplorable caso de violencia contra la menor.
«Es un caso aberrante que todos rechazamos», aseguró el mandatario.
La Policía también corroboró que la pequeña estaba bajo el cuidado de «una persona a la cual se le había entregado desde hace aproximadamente un año, bajo la figura de custodia solidaria por parte de la Comisaria de Familia».
«Sus signos de maltrato físico son evidentes», dijo la Policía de Ibagué.
Las autoridades conformaron un grupo élite para esclarecer la muerte de la pequeña Sara Yolima Salazar.