Alba C.

Alba Cristina Morales Lozano, una eminente jurista

Alba C.
Imagen: suministrada.

Alba Cristina Morales Lozano constituye un ejemplo de superación moral, académica y profesional. Ella ama el Derecho Penal. Aprecia la autoridad, no por su poder punitivo sino por su ordenamiento. Por su gran disciplina, ha sido fiscal ante jueces penales especializados y actualmente es funcionaria de la Procuraduría General de la Nación, desde lo penal. Es muy reconocida en los recintos judiciales y en todos ellos tiene protagonismo por su autoridad y gran mística en la misión de aplicar la justicia. Es una gran jurista.

Es una excelente docente de la asignatura de Derecho Procesal Penal y en esto hay que decirlo: por ser una rama del derecho procesal bastante compleja (más en lo tocante con el derecho probatorio) no es fácil orientarla. Por su evidente experiencia hace fácil lo difícil los distintos e importantes temas del rito penal acusatorio. Ama la docencia y por supuesto la exigencia. Para ella, no hay excelencia sin exigencia.

Le pone emoción y pasión a sus clases, contagiando a los estudiantes la pasión por el derecho penal. Trata temas originales y sus enfoques invariablemente son novedosos. Memoriza hasta los radicados de interesantes providencias, hace fácil lo difícil los temas consignados en dichos pronunciamientos judiciales. Es una gran docente y jurista.

Además, es discreta, ponderada, leal, solidaria, digna y lo más importante: fiel a la vocación judicial, con mucha mística en la misión de aplicar la justicia. La presencia de esta funcionaria en las aulas del derecho es garantía de éxito y de acierto en todos los sentidos éticos y morales. Su insaciable curiosidad intelectual la mantiene vibrante y juvenil. A decir verdad, ella no conoce el descanso humanístico. Es una eminente jurista de tiempo completo.

Doctora Alba Cristina, mis respetos.

Por: Carlos F. Forero Hernández
Litigante y docente.

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