Así se trabaja en planta de Cemex en el Tolima

Planta Caracolito, en Tolima
Planta Caracolito, en Tolima

Despidos injustificados, creación de sindicatos, firmas de intermediación, y hasta accidentes sin justificar, enrarecen el ambiente en la cementera.

Desde el mes de mayo a la fecha, al menos veinte trabajadores han sido despedidos sin justa causa de la planta de Caracolito, en Payandé, operada por la cementera mexicana Cemex.

Trabajadores como Javier Iván Díaz Bernal, Nelson Fernando Cardozo Ramírez, César Flórez, Leonel González, fueron cesados, al igual que quince operarios de maquinaria. Hasta ocho vigilantes perdieron sus puestos, ya que la compañía decidió reemplazarlos por cámaras de seguridad.

Hasta mediados del mes de junio, operó en Cemex, la figura de intermediación laboral con tres compañías, una de ellas Servicios Técnicos y Profesionales de Colombia (S.T.P.C.), figura que está prohibida por la legislación laboral. Pero ante las denuncias de abogados ante el Ministerio de la Protección Social, Cemex decidió el 18 de junio, asumir directamente la contratación de personal, como lo prueba un oficio firmado por Guillermo Antonio Hernández Vanegas, conocido por A la luz Pública. Allí se comunica a los empleados que se presentó la figura de “sustitución patronal”.

“Me celebraron los quince años y luego me echaron”

César Flórez, uno de los afectados con los despidos masivos, trabajaba en mantenimiento en mecánica industrial, y refiere que fue cesado sin justa causa o motivo “me dijeron que se me había cancelado el contrato. Yo les dije que si había cometido alguna falta o error, pero me dijeron que no. Me dieron la liquidación y me ofrecieron dos millones de pesos más si firmaba un preacuerdo. Yo no firmé nada y me retiré. El preacuerdo decía que yo renunciaba a las horas extras y que todo había sido bien liquidado. Como no lo firmé, no me dieron los dos millones”.

Flórez asegura que el mismo día en que fue despedido, otros cuatro trabajadores corrieron igual suerte. El antiguo operario asegura que aunque los contrataba STPC, los salarios y demás obligaciones las pagaba Cemex, y que cualquier reclamación debían enviarla vía correo electrónico a la matriz en México.

Además, cada tres años debían firmar una convención colectiva, casi que a las malas, y el que no lo hiciera, amanecía a buscar trabajo en otra parte. “Existe un funcionario de STPC, Eusebio Méndez Peña, que es el que dice a quién echan y a quién no. Es el gerente de mantenimiento, una persona déspota”, asegura el exempleado.

Lo irónico, es que a César Flórez le celebraron en noviembre pasado los quince años de permanencia en Cemex, con un acto especial donde fue exaltado, y seis meses después, era despedido sin consideraciones.

“Allá lo sacan a uno escoltado” 

Fernando Cardozo, llevaba cuatro años en la compañía, y el 22 de mayo fue notificado de la pérdida de su puesto, sin justa causa. Solo se le anunció que por “reestructuración interna”, quedaba fuera de la entidad. Ese mismo día, fueron sacados cinco trabajadores. “Uno hace algún reclamo ante los jefes o a Recursos Humanos y lo primero que hacen es tenerlo a uno en la mira, lo tachan de sindicalista, y dicen que ‘hay que sacar esta persona porque es un peligro para la empresa’. Si usted hace un reclamo, al otro día está por fuera. Lo liquidan a lo cerdo y lo sacan”.

Cardozo, se duele de la manera en que fue retirado de la planta, escoltado por personal de seguridad de Cemex. Como si fuera poco, el exoperario padece algunas enfermedades derivadas su trabajo: “salí grave el del examen de aspirometría, de los pulmones, por mucha proyección de partículas aspiradas en la planta. También tengo afectada la vista, por la soldadura, en un cuarenta y cinco por ciento”.

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Accidentes generados por presión

“Falleció un operario y nosotros dijimos las faltas que hay (sic). No se bloquean los equipos. Eso pasó por no bloquear el equipo, le dieron pulso y arranque y ocurrió esa fatalidad. Negligencia. Hay gente que ha perdido dedos, manos, de todo. Ellos dicen que se fijan mucho en la seguridad industrial, pero es una gran mentira”.

Fernando Cardozo, se refiere a la muerte, en el mes de abril de Diego Fernando Ramírez, de 24 años de edad, quien pereció luego que una máquina de extracción de material lo arrastró, quitándole la vida.

“Se trabajan turnos de doce horas. A veces se siente la presión”, dice César Flórez.

“La falla allá es la administración, el acoso que hay para arrancar un equipo. Se para un equipo y no le dan el tiempo disponible para hacerle mantenimiento. Dicen ‘tenemos que arrancarlo en media hora y si no, lo arrancan como sea’. Hay días en que nos doblábamos, con turnos de veinticuatro horas y al otro día a madrugar como si nada”, señala Cardozo.

Trabajadores se afilian a sindicato

El despido de varios operarios a los que tenía en capilla en Cemex, para ser sacados, fue frenado por la afiliación de estos al Sindicato de Trabajadores de la Industria de Materiales para la Construcción, Sutimac, cuyo presidente en el Tolima es Danilo Arenas. “Al lograr otorgarles el fueron sindical, evitamos que la compañía cesara a estos trabajadores”, le dijo A la luz Pública la abogada Diana Barbosa.

La letrada, adelanta varias acciones contra Cemex, no solo ante la Oficina del Trabajo, una Inspección de Policía, sino hasta en la misma Fiscalía, pues la cementera habría violado el derecho de asociación de los trabajadores, conducta tipificada en el código penal.

También, se elevó una acción de tutela ante el Juzgado Primero Penal Municipal de Adolescentes, para lograr el reintegro a sus cargos de Fernando Cardozo, César Flórez, y otros trabajadores despedidos.

A la luz Pública dirigió correos electrónicos a la firma Cemex, en búsqueda de comentarios sobre esta nota. Incluso, se llamó a una asesora en comunicaciones, vía celular, pero no respondió a los mensajes dejados en su buzón de voz.

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