Cualquiera que haya vivido en Argentina, viajado o conocido a los nacidos en esta patria, sabe que en su gran mayoría son magníficas personas. Además, si se tratara de calificar a una nación por lo relacionado al fútbol, los primeros en rajarnos seríamos los colombianos.
Es el fútbol la raíz de las broncas con los del sur del continente. Resultó ahora que todo lo ganado por ellos es robado. Se nos olvidó cómo ganó por ejemplo Italia sus primeros mundiales en la época de Mussolini. O el triunfo Alemán en el 54 en donde los húngaros fueron superiores, o el mundial de los ingleses en el 66. No siempre, gana el mejor o el que se lo merece.
Con la única excepción de Brasil, los argentinos son los mejores de América. A nivel mundial están al mismo nivel de los alemanes e italianos. Son las cuatro superpotencias del fútbol (Brasil, Argentina, Alemania e Italia) muy lejos de los que siguen. Esto es sensatez, sin ningún fanatismo.
En Argentina, nacieron Di Stéfano, Maradona y Messi. Los tres astros hacen parte de la mayoría de los Top 5 de mejores futbolistas de la historia. En ese escalafón solo se agregaría de manera indiscutible Pelé y el otro integrante va en gustos. Muy pocos dejarían por fuera a los tres gauchos.
También, son los máximos ganadores de Copas América y a nivel de clubes los máximos campeones de la Libertadores. Por si fuera poco, tienen seis copas mundiales sub 20 que los hace reyes orbitales de esta categoría.
Muchos jugadores y entrenadores colombianos se han formado bajo la escuela argentina. De ñapa, la Selección Colombia que más lejos llegó en un mundial estuvo bajo la dirección de un gaucho. En efecto, la actual tricolor subcampeona de América la dirige Néstor Lorenzo de la misma escuela de Pékerman. Entonces: ¿Por qué seguir con la bronca?
La Copa América 2024 se perdió contra los campeones vigentes del mundo. Es cierto, que a ellos les tocó el camino más fácil, pero, nos ganaron por jerarquía. La tricolor mostró mejor fútbol en el torneo pero, en la final ellos sacaron su plus ganador y por un error se quedaron con el título.
Ellos también con equipazos han perdido y llorado en el pasado. Fueron eliminados en primera ronda en Corea – Japón 2002; en 2006 perdieron por penales con Alemania con un conjunto estelar. En 2014 les jugaron muy bien la final a los germanos, no obstante, los teutones fueron más efectivos.
El secreto de los argentinos es la perseverancia, y amor inconmensurable hacia su patria. Cualquier logro personal o triunfo en su club vale nada, en comparación con ganar algo para su Selección. Para ellos, jugar por su país lo es todo. Son de admirar en tal sentido.
Es cierto que algunos jugadores son arrogantes como los tiene cualquier equipo del mundo. Vinicius, Mbappé, Cristiano Ronaldo y muchos más cracks tienen de buenos como de ególatras. Eso no es exclusivo de los del sur del Continente. No se puede, odiar una nación porque alguno de sus futbolistas no es muy simpático.
Gustavo Cerati, Fito Páez, Charlie García, Marciano, Gardel, Julio Cortázar, Borges y hasta el Papa Bergoglio son hijos de esas tierras. Suficiente, para querer y respetar a estos queridos hermanos. Soy colombiano, amo mi país, no obstante, a los argentinos en su inmensa mayoría, dos palabras: admiración y respeto.
Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy
Editor General.