Techos averiados, paredes descascaradas y destrozos en general evidencia por estos días la sede azul.
La desidia parece reinar en la Casa Conservadora de La Pola, otrora bastión de los líderes históricos de la colectividad como Jaime Pava, Guillermo Angulo, o el mismo Luis Humberto Gómez Gallo.
Pero ahora, en manos de la generación que ha tomado el mando, como el excongresista Gonzalo García o el Representante a la Cámara José Elver Hernández, la sede de Ibagué luce condenada al abandono.
El cielo raso que se cae a pedazos, incluso podría generar accidentes al personal que se encuentre allí laborando.
“Los contratistas que trabajan en la Alcaldía y la Gobernación, y que se ahorran lo del parqueo dejando allí sus vehículos, ni siquiera aportan algo para que la sede no se caiga a pedazos”, dice un militante del partido Conservador, que pidió la reserva de su nombre.
Otras voces del conservatismo señalan que ahora no se pueden realizar reuniones o convocatorias en la Casa Conservadora, sin pedir permiso.
“Hay que pedirle permiso a ‘Choco’, o a Gonzalo García, ellos ahora son los que manejan las llaves”, indicó la fuente.
Como si fuera poco, en la Casa Conservadora está por estallar un pleito laboral de marca mayor. Una secretaria de hace muchos años, reclama el pago de prestaciones y salarios dejados de cancelar. Nadie le ha pagado porque dicen que quien debía hacerlo era el fallecido exsenador Gómez Gallo. Entre los actuales dirigentes se tiran la pelota y nadie responde.