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Imágenes: suministradas.

El “Ajua Cunat” de Duque, es tan errado como su desgobierno

Este fin de semana que pasó disfruté la invitación de mi amigo Daniel Peña, a la puesta en escena de «Con P de Polombia«, del periodista, Daniel Samper Ospina. Simplemente excelente. Un resumen, lleno de sarcasmo, humor negro pero fino, y un veraz recuento de los tres años de aprendizaje como gobernante de Iván Duque.

«Saludos del presidente Uribe, que lo quiere mucho» al rey Felipe, de España; «Así lo conocí, así lo querí» en homenaje póstumo al ministro de Defensa, Carlos Holmes; «¿De qué me hablas viejo?» su profunda respuesta a un periodista que lo indagó. En fin, creo que a estas alturas nadie dudaría que tenemos a nuestro propio Nicolás Maduro en Polombia. Uno que hace cabecitas con un balón, toca la guitarra, baila, se disfraza de policía, enseña a hacer Frutiño en televisión. Hace de todo, menos gobernar.

Hace mucho no me reía tanto, y cada carcajada dolía porque significaba, ratificaba y evidenciaba, que nuestro gobierno es un espectáculo circense, como bien lo satiriza, Samper. Es que al parecer, a Ivancito le «abudinearon» su sindéresis, la cual corrió la misma suerte de los 70 mil millones que dejó embolatar la exministra de la TIC. Su desconexión con la realidad del país, es similar a la de millares de niños en las regiones rurales y urbanas.

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Me gustó cuando Daniel, recordó el momento en que le gritó: » Ajua Cunat» a un nuevo comando de las Fuerzas Militares. De hecho, aprendí que el término castrense «Ajua» hace referencia a cuatro palabras muy valiosas: arrojo, justicia, unión y abnegación. Sin embargo, creo que el acróstico de dicho término es diferente o por lo menos, así lo concibo cuando sale de los labios del vicemandatario de Colombia. Todos sabemos quién preside esa primera magistratura.

“Ajua”, en labios de Duque, la conforman cuatro letras disonantes. La A, de Antonomasia, porque esta figura retórica sustituye un nombre propio por una expresión; en el caso de Iván, se le acomoda: Arlequín de Palacio. La J, significa un término más común: Jodidos, palabra que califica el cómo estamos los colombianos bajo el control de un Estado mafioso.

La U, de Uribismo, esa secta responsable y causa principal de estar «jodidos». Tal como lo dice Samper en su show, así como María Fernanda Cabal, culpa a los vampiros del coronavirus confundiéndolos con los murciélagos. Más o menos así, nos hacemos a la idea de la percepción que tiene el mundo frente a esta epidemia, y sus nefastas consecuencias para Colombia.

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Por último la A de Amnesia, porque los colombianos al parecer, no quieren aprender y olvidan con mucha facilidad, los oprobios de sus verdugos. Somos una nación sin memoria y voluble, a la cual le meten con mucha facilidad las patrañas, y las mentiras al mejor estilo de la propaganda Nazi, en manos del ministro de Hitler (Goebbels) en la Segunda Guerra Mundial.

Gritaba como un loco Duque: «Ajua Cunat», en lugar de la palabra correcta: «Ajua Conat». El párvulo gobernante, olvidó el significado de la sigla Conat: Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales. No hay que rasgarse las vestiduras, pues esa es apenas una pincelada de las metidas de pata a las que nos tiene acostumbrados. Quizás lo pudo confundir con la expresión “Hakuna Matata” del Rey León.

Se fueron ya tres años de este experimento al que nos sometió el dueño del Ubérrimo. Todos sabemos que están desesperados, porque se avecina la contienda electoral y nada que despegan sus candidatos. Con la última perla de pasarse por la faja la Ley de Garantías, queda claro que buscarán “abudinearse” las elecciones. No creo que les quede difícil.

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Gracias Daniel Samper Ospina, por las casi dos horas de diversión a costa de la ineptitud de nuestros gobernantes. Insumo hay de sobra para seguir haciéndonos reír, puesto que todo lo que sale de Palacio, es una fuente inagotable de memes.  Les dejo mi último párrafo, escrito con P de Polombia.

Pobres pendejos, parecemos por poseer poca prudencia para poder poner plazo perentorio para políticos polombianos petrificados por Palacio. Podría parecer poco pensante planear paz prolongada, pues primero pensemos parar pobreza perpetua. Pienso, personas poderosas, paramilitares, pusilánimes; peor pandemia para país. , ¡Proeza poder pararlos! ¿Petro Presidente? ¿Podría parecer peor?  ¿Perdemos? ¡Pensémoslo!

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Comunicador social

Esp. en Educación, cultura y política

Docente.

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