Análisis/ Las malas jugadas que podrían causar la debacle liberal en el Tolima.
Dice el dicho popular que de acuerdo a lo que es el desayuno así será el almuerzo. Y eso es lo que podría empezar a aplicársele al partido Liberal con respecto a la Alcaldía de Ibagué. Colectividad que, entre otras cosas, ha reinado en Ibagué durante las últimas 4 alcaldías. Pero de acuerdo a los recientes acontecimientos y si la situación no mejora en la polarización que existe hoy, el partido Liberal podría perder la Alcaldía en las elecciones del 25 de octubre próximo.
Para empezar, en los círculos políticos de la ciudad ya se comenta que una eventual pérdida de la alcaldía por parte del liberalismo, el principal culpable de esa hecatombe sería el exsenador y actual precandidato a la Gobernación del Tolima, Mauricio Jaramillo.
Desde ya lo culpan de ser el principal causante de no permitir que el liberalismo hiciera consulta popular similar a la de años anteriores para escoger candidato único. Esa consulta, por los antecedentes está probado, que potencia al partido liberal para ganar la alcaldía.
“Es un error del doctor Jaramillo atravesarse en la consulta tal como la veníamos haciendo solo por su capricho y creer que el látigo todavía opera. No se da cuenta que el primer perjudicado es él”, dijo un curtido dirigente de base del liberalismo.
Lo cierto es que en los últimos días ha surgido una hipótesis que de llegar a ser cierta, además de generar revuelo, ocasionaría la división más grande de los últimos tiempos dentro del partido liberal en Ibagué.
Se dice que en cualquier momento el exsenador Mauricio Jaramillo declinaría la candidatura a la Gobernación para dejarle todo el espacio libre a su hermano Guillermo Alfonso Jaramillo, de quien se dice es inminente que será candidato a la Alcaldía de Ibagué.
La estrategia es que, previendo que los tolimenses e ibaguereños no se van a aguantar dos hermanos candidatos, Mauricio Jaramillo deja su aspiración toda vez que en el tema de Gobernación tiene un contendor fuerte como es el exgobernador Oscar Barreto, mientras que en el caso de Ibagué con un partido Liberal polarizado y atomizado, es mucho más fácil que el médico Guillermo Alfonso Jaramillo pesque en ese río revuelto, entre otras razones río revuelto dejado por su hermano, y gane la Alcaldía.
El anticipado lanzamiento este lunes 26 de enero de la precandidatura del exalcalde de Ibagué, Rubén Darío Rodríguez por el partido Liberal tiene sin duda ese matiz de ahondar en esa división. Sobre todo que se trata de un candidato que tiene más debilidades que fortalezas, empezando que mientras Horacio Serpa dice en el diario El Tiempo que el partido Liberal se destacará por presentar candidatos jóvenes con nuevos liderazgos, en Ibagué el nombre de Rubén Darío Rodríguez representa el pasado.
Lo cierto es que lo del partido Liberal está para alquilar balcón y el gran sacrificado podría ser Jhon Esper Toledo.