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Alfonso Jaramillo e Hilda Martínez

La parroquia del Tolima que debe dar para pensión de excongresista

La beneficiaria es Hilda Martínez, madre de los hermanos Mauricio y Guillermo Alfonso Jaramillo.

Mientras que las parroquias del país destinan sus recursos a obras sociales, los de Nuestra Señora del Carmen en Líbano, Tolima, tienen un fin muy particular: pagar una cuota parte de la pensión de una excongresista.

Una porción de lo que donan sus feligreses debe destinarse para pagar una parte de la mesada de la exrepresentante a la Cámara Hilda Martínez, esposa del exministro Alfonso Jaramillo Salazar, y madre del exalcalde de Ibagué y actual Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; y del exsenador Mauricio Jaramillo (jefe del partido Liberal en Tolima), quien aspira a la Gobernación del Tolima en este 2023.

De los cerca de siete millones de pesos que se le giran mensualmente a ella, alrededor de dos los debe aportar esa iglesia.

Esta historia se podría decir que comenzó a mediados de los 50, cuando Martínez trabajó en el hospital del San José, de Líbano.

Cuando ella quiso pensionarse encontró que sus semanas como congresista no le eran suficientes para cumplir con lo establecido en la ley. Por eso acudió a recuperar el tiempo que había laborado en el hospital de la población del norte del Tolima. Sin embargo, ese sanatorio dejó de existir desde hace más de 20 años.

Como ya no existía, acudió a la justicia, y un fallo del Juzgado Civil del Circuito del Líbano ordenó a la parroquia el pago mensual de una cuota parte de la pensión de la señora Martínez.

La explicación, según el obispo del Líbano, monseñor José Luis Henao, es que el hospital –que era el único en esa época en el pueblo– hacía parte de la obra pastoral de la iglesia y “se sostenía por los pagos del departamento”.

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Pero la “sentencia judicial (del 2008) declaró la existencia de un vínculo laboral” entre Martínez y la iglesia de Líbano.

Se declaró que la parroquia está obligada a reconocer y a pagar la cuota parte pensional proporcional al tiempo servido, que son más de cinco años”, aseguró monseñor Henao.

En estos casos, la ley señala que cada entidad debe aportar –dependiendo del tiempo laborado– un porcentaje del valor de la jubilación (cuota parte).

La parroquia ha intentado que desde la Gobernación se contribuya al pago de la cuota, pero eso no ha sido posible.

Por eso actualmente debe aportar casi dos millones de pesos mensuales, correspondientes al 28 por ciento del valor de la pensión.

Dichos pagos se hacen “con el producto de las diferentes actividades que durante el año se realizan”, reconoció el obispo.

Mientras tanto, en la parroquia, los feligreses seguirán rezando para que se reúna el pago mensual para la pensión de una excongresista.

Con información de: El Tiempo.

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