No es una exageración decir que mi hermosa Colombia es un país de gente farandulera; de hecho, todo lo que ocurre en nuestro país, parece que hubiese salido de la cabeza de algún creativo de estos que inventan novelas de relleno o películas sin sentido que se estrenan año tras año en las salas de cine y que, sorprendentemente, el público va a ver, aunque ya todos sepan cómo es el paseo.
Pues bien, además del tema televisivo, lo que más genera rating y farándula es sin lugar a dudas la política y sus políticos quienes, desde hace ya algunos años y gracias al padre del Twitter más conocido como el Matarife o como usted quiera llamarlo, todo, absolutamente todo lo que se mueva por esas esferas, es un auténtico reality show.
Por supuesto, esas situaciones cantinflescas y chocarreras que podemos apreciar y despreciar a cada instante, por parte de algunos rufianes apadrinados por los políticos de siempre, tienen su soporte gracias a los medios de desinformación que apoyan a estos personajes que han sido seleccionados para hacer de las suyas y colaborar en los propósitos de saboteo y desprestigio en contra del que no sea su amigo o que esté en contra de sus intereses personales.
Por esta razón, lo sucedido recientemente con la tristemente famosa cantante de música carrilera Marbelle y las innumerables desfachateces del absurdamente hoy congresista Miguel Polo Polo, no son más que una muestra de la torpeza y la ignorancia, no solo de quienes les dan el aval para que salgan a decir cuanta ridiculez les parezca, sino de ellos mismos.
Lo irrisorio del caso es que, para nadie es un secreto que este par de títeres que andan sueltos, son simplemente eso, títeres, quienes son utilizados para desviar la atención,
fomentar la polémica, armar cortinas de humo y de esta manera dejar el paso libre a los de siempre con sus malas mañas.
No obstante, y al ser nuestra sociedad colombiana la reina de la farándula, los ataques contra la dignidad humana, los comentarios racistas o inclusive, las graves acusaciones que esta gente levanta contra unos y otros, es el caldo con arepa que le gusta a mi gente linda, mi gente bella.
Por tal razón, mientras los colombianos le sigan dando importancia, y les sigan celebrando las sandeces a los bufones de lo que hoy se hace llamar oposición, y mientras no se tomen medidas y hasta se refuercen las mismas como la orden que emitió la fiscalía contra Marbelle y otros por difamar a la vicepresidenta Francia Márquez comparándole con un gorila y poniendo en tela de juicio su inteligencia, como se puede ver a continuación:
Se seguirá promoviendo el odio, la discriminación e incluso la muerte. En resumidas cuentas, ni siquiera se puede decir que es lamentable o triste un comportamiento tan rastrero, no; la verdad es que en eso se convirtió ese grupo político y su fanaticada y está claro que durante el gobierno Petro, se la jugarán con toda para entorpecer toda buena gestión.
Por: Luis Carlos Rojas García, escritor.