Mauricio Jaramillo: más de lo mismo

El viejo gamonal liberal vuelve a agitar las banderas del odio y el divisionismo.

Y lo hace en el marco del debate electoral de este año en el que él mismo tienen incidencia directa ya que busca llegar a la Gobernación del Tolima pese a las sombras de inhabilidad que rodean su aspiración y a las demandas que hacen trámite en el Consejo Nacional Electoral.

«La corrupción hizo metástasis en el Tolima«, fue el lema acuñado en una rueda de prensa hace algunas semanas en la que Mauricio Jaramillo y los dirigentes del partido Liberal ventilaron supuestos hechos indebidos atribuidos al actual gobernador Ricardo Orozco, al senador Oscar Barreto y al movimiento mismo que este último orienta en el Tolima.

También señaló que los contratos otorgados en entidades como Cortolima, la Universidad del Tolima y la misma Gobernación tienen un interés político. “Esa es su forma de hacer campaña, comprando a líderes regionales por medio de contratos”, indicó el exsenador liberal.

Jaramillo, como abogado titulado que es, sabe que en Colombia existe el ordenamiento jurídico, el debido proceso y la presunción de inocencia. Y se debe esperar a las investigaciones, fallos y sentencias, tanto de los organismos judiciales como de los organismos de control fiscal y disciplinario, a fin de establecer responsabilidad y ahí sí, hacer señalamientos directos.

Lo demás, es caer en la irresponsabilidad, en buscar likes, titulares rimbombantes y réditos políticos de cara a las elecciones de octubre.

Hechos comprobados con investigaciones y condenas sí salpican a Mauricio Jaramillo con hechos de corrupción. Nunca se aclaró su relación con el corrupto abogado Orlando Arciniegas Lagos, uno de los responsables del robo de los Juegos Nacionales del 2015 y quien aceptó cargos y purga una larga condena. !Arciniegas llegó incluso a ejercer como Secretario del Partido Liberal en el Tolima¡

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No hay que olvidar tampoco que el liberalismo de Jaramillo ayudó a elegir en 2011 a Luis H. Rodríguez como alcalde de Ibagué, donde el movimiento del exsenador disfrutó de contratos y burocracia y solo hasta el final del gobierno se desligó de este. Una responsabilidad de tipo político sí le cabe al Partido y al mismo Mauricio Jaramillo por la corrupción evidente y comprobada por la justicia en ese cuatrienio.

Incluso el mismo Mauricio Jaramillo se benefició con las obras fallidas de los Juegos Nacionales ya que con escombros sacados de los escenarios rellenó varios lotes de su propiedad en la vía al Aeropuerto Perales que luego terminó vendiendo al Deportes Tolima donde hoy funciona la sede deportiva del conjunto pijao.

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Habrá que ver si el electorado vuelve y cae en cortinas de humo como las que políticos como Jaramillo saben tender, comprando el discurso del odio, el cangrejismo y el sicariato moral. La ciudadanía está despertando, los tiempos de los gamonales que conducían a los votantes como rebaño parece que quedaron en el pasado. Amanecerá y veremos.

*Este es un editorial del director de A la luz Pública.