Mucho cuidado señores candidatos, en la próxima contienda electoral.
«Tengo 500 votos fijos, yo soy muy serio. Pero ayúdeme con los regalos para los niños del barrio o de la vereda. Y los útiles escolares para enero«, dice un Vendedor de Humo.
Se les escucha afirmar con vehemencia: «si mañana fueran las elecciones Mincho sería alcalde o Mariano Rodríguez, gobernador. Créame, yo sé de lo que hablo«.
Otro consejo para incautos aspirantes: «Yo voy con usted hasta el final, pero necesitamos esa platica para el día electoral, la logística, el transporte, los refrigerios, mover a la gente«. Lo malo es que le echan el cuento a otros 10 candidatos y todos les aflojan.
«No vaya a debates, usted gana y empiece a tallar por las redes sociales. Con eso hasta lo buscan para negociar«, afirman.
Llegan de primeros a las misas, leen los salmos y las homilías para mostrarse. Se sientan en primera fila cuando intuyen que un candidato está arriba en las preferencias electorales. Léanse los patéticos casos de El Renegado, Mariano Rodríguez y otros patos.
Otro globo: «A mí me respalda un grupo grande de animalistas, veganos, anti taurinos, abogados, líderes sociales, pelaos de la Universidad del Tolima. Hasta gente del M-19 está conmigo. Con decirle que mi papá tiró piedra con Camilo Torres en la Nacional«.
Los verdaderos guerreros del Eme están todos muertos. Los acomodados y cobardes fueron los que se entregaron y miren dónde están: Petro, Vera Grave, Navarro Wolf, Rosemberg Pabón y otras hierbas. En el barrio Topacio de Ibagué circula la leyenda según la cual Gustavo Petro se escondió allí en sus años de clandestinidad, otra muestra más de su ‘gallardía’ y entrega para con la causa; la coherencia que sí tuvieron en su momento Iván Marino Ospina, Jaime Bateman o Álvaro Fayad.
Un globo más: «yo voto con usted pero mi mujer va con otro candidato. Y a ninguno de los dos nos pueden ver en público, ni el día de las elecciones, pero nosotros le ayudamos, fijo«.
«Ese man de la emisora o del noticiero es amigo mío. Déjeme yo conspiro para que le pegue un sablazo a este hombre y así poderlo sentar, ablandar y usted lo cuadra. Al periodista lo cuadramos con un almuerzo o un cariñito, usted mira«, se escucha por la carrera Tercera.
Asustan con: «Le van a sacar un escándalo. Necesitamos neutralizar a ese periodista. Deme plata para cuadrarlo«. Lo malo es que la conspiración no existía o la armaron los mismos Vendedores de Humo.
«Usted está caído en el barrio pero si llega con unos mercaditos la gente le copia«, aconsejan.
«Ricardo Ferro está peleando con el diputado Pipe, se agarraron, no se pueden ni ver. Jorge Tulio y Carlos Edward partieron cobijas«, se escucha en las calles y en las emisoras. Luego se les ve unidos en torno a nuevos procesos electorales y coyunturas.
Sentencian: «ese está muerto en política, ese es un cadáver andante«. A Petro toda la vida le anunciaron el deceso y mire a dónde llegó, de acomodada en acomodada, con tremendo cálculo político y oportunismo.
Mucho ojo candidatos con quiénes se sientan: los están grabando, o lo que les cuenten en confidencia a los Vendedores de Humo, al otro día sale en emisoras o empieza a circular en cafeterías y corrillos.
Trabajan en campañas, ofician como tesoreros de recursos, se les confían estrategias, pero se acomodan y luego traicionan, de frente o por debajo. Pero su perfil profesional tiene rimbombantes títulos de humanistas, coachings del crecimiento espiritual, gurús del new age, y educan a hijos y nietos en esa falacia. Su incoherente, podrido y nauseabundo mensaje, su ‘amistad’, sí que son un verdadero LASTRE.
Traicionan ante los ojos de los hombres y ante los de mi Dios. Aquileo Medina abandonó a su compadre Emilio Martínez Rosales y miren cómo terminó. En culturas como la italiana el aceptar ser padrino de alguien es un compromiso equivalente a un pacto de sangre ya que es la persona llamada a reemplazar al padre en caso de ausencia física o definitiva.
Ricardo Ferro, en 2018, apenas cogió la credencial de Representante volteó a todo el mundo, quedó debiendo publicidad en medios radiales. Yo estaba presente en la Catedral de Ibagué, cuando traicionó, igual o peor que Judas, a una persona que le ayudó en todos los escenarios posibles. Estaremos siempre presentes para recordarlo.
Habrá que ver cómo le va a Ferro Lozano en su nueva aventura electoral de 2023 a la !Alcaldía de Ibagué dizque por Salvación Nacional y con aval de movimientos cristianos cuando no puede salvarse ni él mismo¡
*Este es un editorial del director de A la luz Pública.
Una opinión
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