Operación Libertad

“Quiero que manden
esta carta con urgencia
es para mi patria
y entreguen a las manos
de sus conciencias
aunque no es la primera
carta que yo escribo
esta es muy necesaria.
Desde el cielo de Caracas
me despido… «Bolívar.

El problema de Venezuela no es de ideologías, no es ninguna confrontación entre revolucionarios defensores del pueblo y la “burguesía recalcitrante ultraderechista fascista”, no, nada de eso, el problema es de corrupción, usurpación y sometimiento, por ello el clamor de millones de venezolanos por sus derechos fundamentales, por salir de la miseria, por alcanzar la igualdad, la equidad, el rescate socioeconómico de su tierra y lo más esencial: el respeto humano, la vida digna, la libertad y la patria.

Los venezolanos desde hace unos años, por cuenta de un sistema dictatorial, han vivido la quiebra socio-económica y moral de su país, la pérdida de sus empleos y la destrucción del núcleo familiar, ocasionando la migración de 7.7 millones de personas que dejaron todo en su país para huir en busca de protección y una oportunidad de sobrevivencia especialmente en países de América Latina.

Familias enteras, mujeres, niños, adultos mayores, jóvenes, profesionales, personas en condición de discapacidad hacen parte de esa diáspora, de esos hermanos latinoamericanos que se vieron expulsados de su Venezuela con un inmenso sueño de poder volver a reconstruir la patria, pero por el momento ese deseo se ha vuelto a frustrar como resultado de las artimañas y la ambición desaforada del inhumano régimen allí instalado en el poder que en su afán por mantenerse en el poder y defender su última mentira de triunfo acumula en su prontuario centenares de detenidos y por lo menos una decena de muertos.

Millones de venezolanos, desafiando la tiranía, luchan hoy en las calles por ese sueño, porque no les arrebaten el triunfo obtenido, pero es obvio que sin el apoyo de la comunidad internacional no lo logrará, haciéndose necesario que los líderes del mundo, llamados democráticos, dejen ese papel teatral y abstracto y asuman una posición real, jamás bélica, pero si sería y contundente, sin dilaciones ni más burlas, ya que esto no es de izquierdas o derechas, no, esto es de vida o muerte, esto es de amor, es de humanidad es de respeto a la libertad.

Por: Miguel Salavarrieta Marín, periodista.