Para tener en cuenta a la hora de votar.
Muchas personas desconocen la labor de un concejal además del funcionamiento de esta Corporación en cada ciudad. Casi siempre si apoyan las iniciativas de la administración municipal son calificados de vendidos, si van a la oposición entonces pueden quedarse sin caudal electoral.
Ibagué por ejemplo, tiene derecho a 19 concejales pero, solo 18 de ellos son elegidos a través de las listas de los partidos políticos que se postulan para llegar a la Corporación. Un cupo (el número 19) está reservado para la segunda mayor votación a la Alcaldía gracias al Estatuto de Oposición que opera en Colombia desde 2018. El periodo de un cabildante es de cuatro años al igual que el de alcaldes, gobernadores y diputados.
Una vez elegidos, los concejales generalmente buscan alianzas entre ellos mismos para formar mayorías y poder negociar con el Alcalde. En Ibagué es suficiente que diez se pongan de acuerdo y así funciona el trueque que fue, es y será In sæcula sæculorum de la política. Sucede igual con los diputados en el departamento y en el ámbito nacional con los congresistas.
Bajo la hipocresía que suele ser particular en Colombia, muchos se rasgan las vestiduras con estos procederes. De todas maneras, es la manera que tiene el Concejo de atajar las decisiones verticales y muchas veces extralimitadas de los Alcaldes. De no ser así hablamos de una dictadura y no de una democracia con poderes autónomos.
El problema con los concejales no es que reciban cargos públicos y tampoco contratos. Desde que pongan personas competentes al servicio del municipio y escojan contratistas honestos no habría lío. La verdadera falencia está en que a algunos cabildantes solo les importan sus intereses particulares y están detrás de enriquecerse con el erario a través de coimas. De ahí la importancia de saber elegir.
Si hay concejales con mala fama y que acumulan tres o cuatro períodos atornillados en la Corporación, es culpa de los mismos ciudadanos que los eligieron. También, de los que no votan y solo se dedican a criticar a todo el mundo. La indiferencia es complicidad.
Es importante aclarar que los concejales no manejan presupuesto, no son ordenadores del gasto, reciben pago por sesiones, sin embargo; no tienen sueldo. Manejan unas Unidades de Apoyo Normativo (UAN) que les permite ayudarse para el pago de sus colaboradores más cercanos. Ninguno se puede hacer rico con estos dineros, así que millonarios no pueden salir.
Claro que tienen derecho a cambiar de carro y a mejorar su nivel de vida como cualquier trabajador. Desde que sea de sus honorarios pueden darse sus gustos porque para eso trabajan y no es una tarea fácil llegar allá. Lo que no es plausible es que hagan negocios particulares para enriquecerse y se olviden de la ciudadanía.
Es prudente aseverar, que el tráfico de influencias es algo que existe hasta en las empresas privadas. La realidad es que la meritocracia pocas veces se ve y casi la mayoría de los empleos obedecen a recomendaciones y relaciones públicas. Es un secreto a voces.
Algunos periodistas ‘mala leche’ y desinformados salen a decir que a los concejales se les fue el periodo y no presentaron proyectos de acuerdo. La verdad es que las iniciativas de ellos son más simbólicas que reales porque no van acompañadas de presupuesto para su realización. Casi que en materia de finanzas hay que discutir lo que presente el ejecutivo municipal que es el único que puede asegurar recursos de manera inmediata.
Los controles políticos sí son materia de revisión, pero, no todo es para destruirlo. Lamentablemente, no se puede atacar con certeza lo que se proyecta. Se puede calificar lo que se hizo, más no lo que se pretenda hacer. Es por eso lo difícil de intuir las buenas o las malas decisiones de un Alcalde. Si fuera por eso el Concejo que operó en los Juegos Nacionales de 2015 debería estar junto a Luis H. en la cárcel. ¿Complicado?
Si un concejal cita a un Secretario y le da “madera”, es ovacionado por los medios de comunicación y por algunos ciudadanos. Al otro día están echando a su gente de la dependencia y tiene a sus mismos votantes increpando por su proceder. Tarea difícil porque siempre estará bajo la Espada de Damocles.
Así que antes de aplaudir o criticar a un concejal, es prudente revisar todo lo que lo rodea. Este 29 de octubre vote por el que quiera, no obstante, hágalo confiando en su percepción y en su intuición más no en las críticas viscerales de los que quieren ver el mundo arder. Recuerde que usted elige seres humanos con virtudes y defectos. Busque buenas personas ante todo.
Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy.
Editor General.