Llegaron las vacunas al país en medio de un grotesco y amañado espectáculo el cual, lo deja a uno entre la dicotomía del reír o maldecir con tanta estupidez. Estupidez que caracteriza al “gobierno” actual y que, como ya se ha mencionado, parece ser una suerte de estrategia para mantener al pueblo más sometido que antes.
Por supuesto, en el afán de convertir todo lo que ocurre en el país en una suerte de parodia, las redes no se hicieron esperar con la creación de memes, vídeos, canciones y comentarios que dejan ver la inconformidad del colombiano por lo que está pasando; bueno, al parecer eso es lo que se percibe. Sin embargo, llegará el momento de darnos cuenta si esa aparente indignación es real o pasará desapercibida como suele suceder en el país más feliz del mundo.
En este orden de ideas, comienza uno a pensar si realmente es sano que los nuevos formatos de crítica política y social de los periodistas de la oposición son efectivos, ya que todo el tiempo recurren a la copia eterna de Jaime Garzón con los cambios tecnológicos modernos.
Ahora bien ¿Por qué digo que este formato crea una especie de inquietud? ¡Fácil! Porque vemos a un gobierno ridículo, desatinado, que todo el tiempo está haciendo payasadas y los periodistas que hacen la oposición se dedican a generar contenidos que solo hacen reír y todo parece que se convierte en parte del espectáculo que justamente necesita el gobierno justamente para que la gente esté entretenida.
No estoy diciendo que estos trabajos no sean buenos, pero ¿Será que están generando la conciencia que se necesita para combatir a los corruptos? O, por el contrario ¿Solo están posicionando a bufones como Duque en el lugar tan pomposo que ocupa hoy en día?
Por supuesto, medios internacionales ya han hecho sus pronunciamientos y aumentan las preguntas sobre temas como los falsos positivos o el asesinato a líderes sociales, sin tanto chiste. Ya se habla, además, de la verdadera situación del país, al punto que ya podemos ver cómo cuestionan el pésimo trabajo de Duque al no cerrar los aeropuertos a tiempo, su inútil programa de televisión e, inclusive, la innecesaria fanfarria que han armado con la llegada de unas vacunas que, ni son la solución definitiva como para que la gente ahora piense que la pandemia se terminó y que no tienen que usar tapabocas ni respetar la distanciación social, ni alcanzan si quiera para vacunar a toda la población.
Como sea, con risas y chistes, el verdadero resultado lo veremos cuando llegue el momento de votar. Es ahí en donde sabremos si tanto meme, tanto programa de crítica política con formato repetido, funcionó o si simplemente todo hace parte de un show más.
Por: Luis Carlos Rojas García, escritor.